Costa Rica: Aprender las lecciones de vida que nos ofrece este tiempo
Ciudad del Vaticano – Alina Tufani
“Reafirmamos que la educación es el espacio idóneo para promover y dar sentido a la vida del ser humano”. Así se lee en el mensaje que la Comisión Nacional de Educación y Cultura de la Conferencia Episcopal de Costa Rica dirige a todos los actores involucrados en la formación y educación, pública y privada, en “este momento histórico” plagado de “acontecimientos imprevistos e inesperados” que vive la nación y el mundo ante la pandemia de COVID-19.
Repercusiones en los procesos de enseñanza
En el mensaje presentado por el Presidente de la Comisión, Monseñor Bartolomé Buigues Oller, Obispo de Alajuela, se alude al cambio del “estilo de vida” impuesto a “los habitantes del planeta” por la crisis sanitaria y se afirma que ha originado también una crisis social:
Afrontar nuevos retos
En este contexto, Monseñor Buigues lamenta especialmente el desequilibrio actual en la comunidad educativa que, en los últimos años, venía operando cambios notorios a nivel curricular, metodológico y de evaluación, para afrontar nuevos retos, nuevas exigencias. “Todo un cambio de mentalidad” que ahora, lejos de ser ocasión de desánimo, debe ser vivido como un desafío y una oportunidad”:
Además, la pastoral educativa del Episcopado llama a cada uno de los actores en el sector educativo a asumir su compromiso para enfrentar las dificultades y retos plateados por la pandemia. De este modo, a los educandos se les pide que asuman el reto de continuar con responsabilidad su formación, aprovechando los medios tecnológicos y los recursos que sus educadores les envían a distancia.
A los padres se les dice que aprovechen la oportunidad de hacer de su familia una escuela de ternura, ámbito natural de educación, una auténtica “Iglesia Doméstica”.
A los educadores y al personal administrativo, “que han tenido que estimular su creatividad para continuar animando la educación", se les pide que actúen con conciencia vocacional y con la convicción de que su labor es indispensable para el desarrollo humano integral.
Y a los profesores de educación religiosa se les solicita que busquen caminos creativos para proponerla, ahora que más que nunca, como fuente de sentido para la vida.
Invitación del Papa a la solidaridad
Por último, a recordar la invitación del Papa Francisco a la solidaridad y a la esperanza en este momento “donde todo parece naufragar”, Monseñor Buigues afirma que la esperanza se traduce en compromiso para que, de esta pandemia, surja un mundo más colaborativo, más solidario y más democrático.
Cambio del paradigma socio-cultural
Y concluye: “Sintámonos invitados, con apremio, a una conversión humana, social y ecológica sin precedentes, a gestar un cambio del paradigma socio-cultural en el que estamos llamados a ser protagonistas”.
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