Mensaje del presidente del Celam a las madres de Latinoamérica
Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano
“Estamos en el mes de mayo, mes que dedicamos especialmente a nuestra Madre la Virgen María y, en el segundo domingo de este mes celebramos el día de la madre. Jesús antes de morir, desde la cruz nos entregó a su Madre, pero no para cuidar de ella, sino que es ella quien cuida de nosotros, está atenta a nuestras necesidades, como lo estuvo cuando fue a visitar a Isabel que siendo anciana iba a dar a luz y no tenía quien la ayude, allí va María presurosa por las montañas de Judá (Cf. Lc 1,39-45)”.
Una madre hace de todo para cuidar a sus hijos, dijo en su saludo el prelado, no le importa gastar y desgastar su vida para sacar adelante a sus hijos, ella pueda dejar de comer, dormir, nunca está cansada para atenderlos y no espera recompensa. Ella es feliz viendo que sus hijos son felices y sufre tanto cuando ellos van por un mal camino. Y en estos momentos difíciles que estamos pasando con la pandemia, el prelado dirigió su pensamiento a cada una de las madres de América Latina y El Caribe, para decirles que las acompaña con sus oraciones. Que con fe y esperanza sigan compartiendo el amor con sus hijos, pues, dijo, son ustedes, con la ayuda de Dios y de María Virgen, la luz y el calor de sus hogares.
América Latina se une el 14 de mayo a la Jornada de oración de ayuno
El próximo 14 de mayo, el Alto Comité para la Fraternidad Humana realizará una jornada de oración, ayuno y obras de caridad, implorando al Padre y Señor de la Vida «ayude a la humanidad a superar la pandemia del coronavirus».
Por ello, el CELAM haciendo eco de la invitación del Santo Padre, pide a todos los Obispos de América Latina y El Caribe, a unirnos en este clamor global por la humanidad. Como bien lo ha dicho el Papa Francisco: «Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente» (Papa Francisco, Bendición Extraordinaria Urbi et Orbi, Ciudad del Vaticano, marzo 27 de 2020).
Invoquemos al Dios Creador, se lee en una nota del presidente del Celam, Mons. Miguel Cabrejos y del secretario general del Celam, Mons Juan Carlos Cárdenal, que inspire a la ciencia para que pronto se encuentre la cura a este mal, a fin de restablecer la salud y el desarrollo, de tal forma, que juntos construyamos una civilización más humana y fraterna. Aprovechamos la ocasión para expresarles nuestra cercanía y oración, particularmente por quienes están sufriendo la inclemencia del COVID -19, y los encomendamos a la intercesión de la Bienaventurada Virgen María, Madre y Emperatriz de América Latina, Nuestra Señora de Guadalupe.
La iniciativa de la Iglesia: "Pacto de Solidaridad: Hambre cero", adoptado por el Acuerdo Nacional
El pasado 8 de mayo, en una reunión virtual del Acuerdo Nacional integrado por , diversos representantes del Gobierno, de la sociedad civil, del sector empresarial, así como de los Partidos Políticos, y la Iglesia, consideraron “como urgente y necesaria la propuesta de la Conferencia Episcopal Peruana para adoptar un "Pacto de Solidaridad: Hambre cero", con el fin de prestar suma atención a la persona humana y a la familia, en este momento donde miles de peruanos han perdido sus empleos, o se han visto obligados a regresar a sus lugares de origen, a consecuencia de la pandemia del COVID-19”.
Durante la reunión, se lee en la nota de prensa, el Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana y Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), Monseñor Miguel Cabrejos, junto con Mons. Norberto Strottman, sostuvieron que a pesar que en este tiempo de emergencia, la preocupación por el tema económico torna un lugar expectante, sin embargo, en este tiempo de crisis la situación de la persona como ser humano, se vuelve la prioridad número uno.
Al final de la reunión, la conclusión del Acuerdo Nacional fue proponer a la ciudadanía la necesidad del Pacto, con el fin de evitar que nadie sufra y nadie pase hambre. Y reafirmar el principio de que sin salud no hay economía que sobreviva y que sin economía no hay sistema de salud que dure. Por ese motivo, se busca que este Pacto logre el equilibrio entre ambas necesidades. Y que la reactivación se base no solo en subsidios económicos, sino principalmente en la implementación de puestos de trabajo permanente, pues miles de peruanos ya han perdido su empleo a consecuencia de la crisis.
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