Obispos de EEUU: no al racismo y la xenofobia contra americanos de origen asiático

Isabella Piro-Ciudad del Vaticano

En una nota firmada por Monseñor Nelson J. Pérez, Presidente del Comité sobre la Diversidad Cultural, Monseñor Oscar A. Solís, Presidente del Subcomité de Asuntos de las Islas de Asia y el Pacífico, y Monseñor Shelton Fabre, Presidente del Comité contra el Racismo, la Conferencia Episcopal de Obispos Católicos, Usccb, expresa "profunda preocupación" por "el aumento de los incidentes de intimidación y agresión verbal y física, en particular contra los estadounidenses de Asia y el Pacífico".

"Como los obispos católicos - subrayan - encontramos estas acciones absolutamente inaceptables. Hacemos un llamamiento a los católicos, los cristianos y todas las personas de buena voluntad para que pongan fin a las acciones y actitudes discriminatorias por motivos raciales, porque son ataques contra la vida y la dignidad humana y son contrarias a los valores del Evangelio".

Recordando, pues, que "un alto porcentaje" de asiático-americanos "trabajan en el sector de la atención de la salud arriesgando su propia salud para salvar vidas" y que, a pesar de ello, "han experimentado el rechazo y la solicitud de los enfermos de ser tratados por otra persona", los obispos señalan que las empresas dirigidas por asiático-americanos "también han registrado una fuerte caída de los ingresos". Y estos son sólo "algunos ejemplos dolorosos del constante acoso y discriminación racial que sufren" estas personas. De ahí la fuerte denuncia de los obispos de los Estados Unidos: "El racismo representa el fracaso en no reconocer en el otro a un hermano, creado a imagen y semejanza de Dios".

"Nuestro corazón -añaden los prelados- está con todos aquellos que han sido víctimas de estas viles manifestaciones de racismo y xenofobia. Estos terribles acontecimientos nos recuerdan que, en un entorno de creciente ansiedad y miedo, la discriminación sigue teniendo un impacto negativo en la vida de algunas poblaciones, a lo que hay que sumar el dolor y el sufrimiento causados por la pandemia". Evocando, "la larga historia de xenofobia y racismo" que viven los Estados Unidos, la Iglesia Católica advierte: actos similares, "si no se impugnan, podrían conducir una vez más a la normalización de la violencia y el abuso contra determinados grupos" de la población y para el país "sería una tragedia". Por el contrario, los obispos advierten que en el doloroso momento de la pandemia "se necesita una determinación más firme hacia la unidad, demostrada mediante actos de solidaridad, amabilidad y amor mutuo, para que podamos salir de esta crisis renovados y más fuertes, como un solo pueblo americano" que da valor "a toda vida humana, independientemente de la raza, el origen étnico, el género o la afiliación religiosa".

Por último, los prelados instan a rezar "fervientemente para que se ponga fin a la emergencia sanitaria causada por el virus Covid-19" y piden en voz alta "un firme rechazo a las clasificaciones y agresiones raciales, y el fin de todas las formas de violencia". Se exhorta a todas las autoridades públicas "a que hagan todo lo posible por promover y mantener la paz en las comunidades", mientras que se insta a las personas y las familias "a que contribuyan a promover un mayor aprecio y comprensión de los auténticos valores humanos y las diferentes contribuciones culturales" en el país.