Colombia. Monseñor Barreto: La indisciplina social es un delito ante el Covid-19
Vatican News
En una nota publicada por la Oficina de Prensa de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), el Obispo de Quibdó, Monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, se pronunció frente al precario sistema de salud y la indisciplina social que se vive en el departamento del Chocó. En su homilía durante la Eucaristía celebrada, en la fiesta del Inmaculado Corazón de María, el Obispo de Quibdó dijo que, “nos unimos para implorar al Inmaculado Corazón de María nos ayude en este momento difícil por el que atraviesa el Chocó a causa de la pandemia del Covid-19, estamos cerca de los 1000 casos de personas contagiadas en el departamento y a han fallecido 35 personas por esta causa; hemos llegado al colapso en el sistema de salud, desafortunadamente la debilidad institucional para la prevención y detención no ha sido eficiente y la indisciplina social agravan la situación”.
No hay que minimizar la posibilidad de contagio
Monseñor Barreto explicando la difícil situación que se vive a causa de la pandemia señaló que, nadie puede escapar o minimizar la posibilidad de contagio, y recordó a la población algunas normas básicas para el cuidado personal: “no es tiempo para desórdenes, es tiempo para sabernos divertir sanamente y cuidar nuestra vida, la de nuestros seres queridos y la de nuestra comunidad”. Asimismo, el Prelado pidió evitar las mentiras y mitos que sobre el tema de la no existencia del Covid-19 se escuchan “este sí existe y con dolor lo estamos viviendo cada día más en el mundo, en Colombia y en el Chocó, un 5% de la población va a enfermar gravemente o va a morir y podemos estar en este porcentaje, el 15 % de la población sufrirá malestares fuertes”.
Abandono del Estado en materia de salud
Al referirse al sistema de salud de esa región colombiana, el Obispo de Quibdó denunció el abandono en que el Estado tiene en materia de salud no solo al Chocó, sino toda la Costa Pacífica, con puestos de salud abandonados o sin existencia para la atención a las comunidades indígenas, afrodescendientes y mestizas, poco personal médico y de enfermería, todo esto, adujo, por cuenta de la corrupción que siempre ha estado presente en estos territorios. “La salud ha estado al servicio de los negociantes y de los corruptos – señaló el Prelado – la salud debe ser un servicio social en Colombia y tenemos que esforzarnos todos para que esto sea una realidad”. En este sentido, hizo un llamado vehemente a la Procuraduría para que obligue al Gobierno a asumir con “seriedad” lo que está pasando en el Chocó, donde se exija un plan de contingencia serio, oportuno y conocido por la comunidad, garantizando así la atención médica de las comunidades.
El problema de la salud mental durante la pandemia
Además, Monseñor Barreto advirtió que el problema de la salud mental en estos momentos de pandemia puede ser preocupante para muchos, trayendo consigo nerviosismo y causando de esta forma depresión, violencia al interior de las familias, ansiedad, insomnio, agresividad y desesperación. Por ello recomendó recurrir a herramientas que ayuden a mejorar la salud mental, como son: el deporte, la organización de la vida personal, estudiantil y laboral, las buenas lecturas, el diálogo con la familia y amigos, la sana diversión en casa y en casos extremos animó a acudir a la ayuda profesionales a través de la psicología.
Estos momentos difíciles pongamos la confianza en el Señor
Finalmente, el Obispo de Quibdó destacó la vida espiritual como un elemento esencial para la salud mental de toda persona, exhortando para que en estos momentos difíciles se ponga la confianza en el Señor, sin fanatismos como “los que dicen, que no se cuidan porque Dios los protege”. Manifestó que al estar cerrados los templos en estos momentos se tienen alternativas para la oración a través de espacios virtuales, “no debe ser una obsesión de reunirse en grupos de oración, ni en los templos, lo haremos en la medida en que estén dadas las condiciones, nuestra salud espiritual dependen de nuestra unión con Dios”.
Un llamado a una pedagogía del auto cuidado responsable
Además, hizo un llamado para que crezca entre los habitantes una pedagogía del auto cuidado responsable y una articulación entre las instituciones que permitan frenar la fuerte avalancha de contagios que se están dando en estos territorios. “La indisciplina social es un delito en este momento – advirtió el Prelado – tal vez sin quererlo nos podemos convertir en enemigos de nuestra familia y de la sociedad. El Señor nos prometió acompañarnos en nuestro caminar y nos da la fuerza necesaria para seguir en medio de estas dificultades, para soportar los sufrimientos, las tristezas y las angustias por las que estamos pasando, encomendamos al Inmaculado Corazón de María el pueblo chocoano para que podamos responder de manera adecuada ante el contexto en el cual nos encontramos”.
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