Colombia. Compromiso de la diócesis de Riohacha frente a la violencia contra mujeres
Anna Poce - Ciudad del Vaticano
“Soy consciente de que desgraciadamente somos herederos de una historia de enormes condicionamientos que, en todo tiempo y lugar, ha dificultado a las mujeres, despreciadas en su dignidad, olvidadas en sus prerrogativas, a menudo marginadas e incluso esclavizadas”. Esto es lo que dijo Monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar, obispo de Riohacha, el pasado fin de semana, durante un conversatorio virtual titulado “Las voces de las mujeres en tiempos de pandemia”, organizada por la diócesis. La reunión quiso poner de relieve el tema de la violencia contra la mujer, una violencia que, en el departamento de La Guajira, persiste, e incluso ha aumentado, a pesar del aislamiento debido a la propagación de la pandemia del coronavirus.
Fortalecer la potenciación de la mujer
Monseñor Ceballos habló del papel constructivo que desempeña la mujer en la sociedad y de cómo este papel ha sido subestimado a lo largo de la historia, impidiéndole expresarse. Recordó, por lo tanto, cómo, a través del Magisterio de los últimos Pontífices, la Iglesia ha cambiado esta actitud hacia las mujeres, que ocupan un papel especial en la vida pastoral. La prueba es -dijo- la existencia en la diócesis de una oficina cuya misión es “guiar los procesos de reflexión que contribuyen al fortalecimiento de la vida espiritual, la promoción humana y la potenciación de la mujer” y hacer visible y destacar la participación de la mujer en la Iglesia y en la sociedad.
Comprometidos con la igualdad y dignidad humana
El prelado pidió que no se violaran los derechos de la mujer en esta época de pandemia y que se hiciera visible el abuso de la mujer en el seno de la familia.
“No es ningún secreto, dijo, que el abuso de las mujeres ha aumentado en este período pandémico, como revelan las estadísticas. Para muchas mujeres, el aislamiento social y el “quedarse en casa” se ha convertido en un infierno para ellas en su vida diaria con su agresor. Este es un desafío no sólo para los sistemas de salud de todo el mundo, sino también para nosotros, que estamos comprometidos con la igualdad y la dignidad humana”.
Construir estructuras solidas de apoyo
“La pandemia ha puesto de manifiesto la discriminación contra la mujer”, explicó una de las ponentes invitadas a este espacio de reflexión, Soraya Escobar Arregoces, Defensora del Pueblo de La Guajira. “No existen estructuras de apoyo sólidas por parte de las propias instituciones de justicia y esto sigue teniendo consecuencias lamentables”, tanto es así que “el número de denuncias por actos de violencia contra la mujer en La Guajira ha seguido creciendo considerablemente este año”. Por consiguiente, insta a la comunidad, a los psicólogos y al apoyo espiritual y jurídico a que apoyen y acompañen a las mujeres, que a su vez será importante que se unan para abordar el problema.
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí