Curas Villeros piden al Estado que dé ambulancias a los barrios populares

Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano

A través de un comunicado firmado por el Equipo de sacerdotes de Villas y Barrios Populares del llamado “AMBA” (ciudad de Buenos Aires y Conurbano), incluido el obispo auxiliar de Buenos Aires, Gustavo Carrara; los conocidos como Curas Villeros de Argentina, que comparten la vida con los vecinos pobres de las villas, denuncian que desde hace décadas, "el servicio de emergencias médicas es insuficiente y hasta deficiente".

Hablamos de zonas donde la supervivencia humana se convierte en la lucha diaria para hacer frente a otros desafíos como "la falta de puestos libres para estudiar en las escuelas, inseguridad en sentido amplio, rechazo en trabajos por vivir en una villa, transporte público deficiente, sistema de salud expulsivo, ect".

Vidas perdidas porque no llegó la ambulancia

Teniendo en cuenta que estas barriadas populares son consideradas marginales por varios sectores de la sociedad, es frecuente que ante una situación de urgencia, los servicios de asistencia sanitaria no accedan hasta el domicilio del paciente o lleguen más tarde de lo estipulado: un hecho que en más de una ocasión ha costado la vida de las personas.

"¡Cuántas muertes se habrían evitado si la ambulancia hubiera llegado a tiempo! Demasiados vecinos de barrios pobres fallecieron desangrados mientras la ambulancia no llegaba", explican los sacerdotes subrayando que lamentablemente, todos los días, "los más pobres se encuentran con la vida y la muerte, con la salud y la enfermedad, luchando por una vida digna".

Retrasos en la asistencia médica durante la pandemia

Asimismo, los Curas Villeros afirman que durante este tiempo de pandemia y cuarentena se han visibilizado retrasos con consecuencias indeseables:

"Sigue habiendo retrasos escandalosos de ambulancias, tanto en la ciudad de Buenos Aires como en el Conurbano, muchas veces con resultados nefastos. Pero sabemos que esto viene pasando desde hace tiempo. Consideramos que es necesario que en las villas y barrios populares del AMBA se corrijan estos errores", añaden haciendo hincapié en que están dispuestos a colaborar en este sentido, junto a muchas organizaciones sociales de estos barrios, donde ya ha habido experiencias de unidades de traslado barriales, con las que se busca la complementación con el servicio de emergencias médicas.

El Estado dé ambulancias a los barrios populares

Por ello lanzan una propuesta: "En aquellas villas o barrios populares que muestran capacidad de organización para esto, el Estado puede proporcionar una unidad de traslado, o ambulancia. No se trata de reemplazar el sistema oficial de emergencias médicas, pero sí de complementar el servicio estatal".

Las parroquias pueden ayudar a coordinar

"Algunas de nuestras parroquias y capillas u otras organizaciones pueden comprometerse a coordinar esto. En cada barrio, de acuerdo con sus características, se puede ver cómo organizar este servicio. Esto podría favorecer la aceleración de ciertos traslados de personas con afecciones menores",  aseveran los sacerdotes explicando que las afecciones más complicadas (por ejemplo, un herido con lesiones severas) quedarían exclusivamente para el servicio de emergencia médica del Estado y  señalando su "disponibilidad para conversar en mesa de trabajo los detalles de esta propuesta".

"De esta manera, queremos ayudar para que mejore la presencia del Estado en nuestros barrios, articulando con la organización de la comunidad", concluyen.

La Iglesia trabaja con una comunidad completamente viva

Para comprender la importancia de la presencia de la Iglesia en las villas y de la pastoral villera que acompaña y atiende las necesidades de tantos argentinos, la periodista argentina Virginia Bonard, explica que allí, los sacerdotes trabajan con "una comunidad que está completamente viva y activa. Ellos saben lo que es ayudar a los demás, lo hacen desde siempre".

En las villas la vida se abraza como viene

Además Virgina relata que gracias a la enorme labor que realiza la Iglesia acompañado a los más pobres y luchando contra otras lacras sociales como el consumo del "paco" (la droga barata derivada de los restos de la pasta base y desechos de la cocaína que causa una terrible adicción a quien la consume), en las villas "la vida se abraza como viene". Una frase que impacta pero que "no es un slogan sino una forma de mirar que tiene la Iglesia".

El Papa Francisco y la pastoral villera

"Ahora la vida viene con coronavirus y se la recibe igual con todos los recaudos que hay que tomar. Se trata de vivir la realidad con un Evangelio muy vivo y muy detectable", concluye la periodista argentina destacando que para el Papa Francisco, "la Pastoral en Villas anida en lo más profundo de su corazón. Abrazaba a estas comunidades cuando estaba en Buenos Aires, iba muy seguido a celebrar misas y acompañar a los sacerdotes a quienes quiere como sus hijos. Hoy tenemos varios obispos en Argentina que acompañan a los curas de villas que también han sido abrazados por Bergoglio en este carisma, impulsados en sus iniciativas y cuidados cuando fueron amenazados por las mafias y el poder político de turno".