Fray Mamerto Esquiú, consuelo en medio de la pandemia
María Cecilia Mutual - Ciudad del Vaticano
“La figura de Fray Mamerto nos ayuda a enfrentar esta pandemia”. Lo afirma Monseñor Luis Urbanc, Obispo de Catamarca, Argentina, provincia natal del futuro beato franciscano. Ante los micrófonos de Vatican News, el prelado reflexiona sobre el difícil momento que atraviesa el país afectado por la pandemia, destacando, al mismo tiempo, las virtudes de Fray Mamerto de la Ascensión Esquiú y Medina, cuya vida se caracterizó por su entrega a los más necesitados.
En Argentina, hasta la fecha, el coronavirus ha cobrado la vida a 2.588 personas. Ayer, el país latinoamericano registró un record de 5.782 contagios, mientras que el balance total es de 141.900 personas infectadas.
Un regalo del Papa
“Fray Mamerto estaba siempre cerca de los enfermos, de los pobres, de los más vulnerables. Creo que en este tiempo, en el que estamos siendo afectados por esta pandemia del Covid-19, su figura nos puede hacer mucho bien”, asegura Monseñor Urbanc, evidenciando que la autorización del Decreto para la beatificación de Fray Mamerto Esquiú ha sido un “regalo” del Papa en este momento de emergencia sanitaria, que llevó también a la suspensión del IV Congreso Mariano Nacional, previsto para este 2020 del 23 al 26 de abril en la diócesis catamarqueña. “En medio de esta pandemia, en el día del Sagrado Corazón de Jesús, el 19 de junio, nos llegó formalmente la noticia de la beatificación”, recuerda el Obispo de Catamarca.
Caridad y respeto de las normas
“Necesitamos fortaleza”, asegura también el prelado, convencido de que el futuro beato argentino es punto de referencia y amparo para los fieles argentinos. Además, evidencia que para superar este duro momento, es fundamental “obedecer a las consignas que se nos dan: ya sea del aislamiento que del respeto de las normas de higiene social, para poder hacer frente a los contagios”.
“Fray Mamerto, hombre comprometido, responsable y observante de la ley, nos puede ayudar a nosotros también a que como sociedad, tanto laicos como consagrados, seamos caritativos con nuestros hermanos y cuidemos la vida de los demás y la propia, por medio de todas las normas de higiene social que son necesarias. Y de esta manera cuidaremos mejor el planeta también”, precisa.
Volver a lo esencial
Además, monseñor Luis Urbanc exhorta a volver a las cosas esenciales de la vida y a dejar de lado superficialidad, vanidad y apariencia para “ocuparnos de lo que realmente da sentido a la vida humana”:
Aprender a ser solidarios
“Aprendamos a vivir como hermanos, a ser solidarios, a buscar que a nadie le sobre ni a nadie le falte, como dice la Escritura”, es la invitación final del Obispo de Catamarca, que concluye con un deseo:
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