Brasil. Líderes religiosos: no dejar a nadie atrás y construir un futuro mejor para el país
Lisa Zengarini - Vatican News
"Es hora de construir familias, comunidades y una sociedad unida llena de alegría y oportunidades para todos, a partir del compromiso con la paz, la compasión y el cuidado de los demás, especialmente de los más vulnerables, sin olvidarnos de valorar la diversidad de nuestros pueblos y de fortalecer nuestros vínculos de sostenibilidad para tener aire y agua limpios, a través del cuidado de nuestra tierra, clima y bosques. Es una fuerte invitación a la esperanza inspirada por la fe, pero también a la acción para "no dejar a nadie atrás" durante la pandemia del coronavirus, lanzada por los líderes de las principales denominaciones religiosas de Brasil.
La invitación figura en una declaración conjunta firmada, en nombre de la Iglesia Católica, por Monseñor Joel Portella Amado, Secretario General de la Conferencia Episcopal Brasileña (CNBBB), la Alianza Bautista del Brasil, la Alianza Cristiana Evangélica Brasileña, el Consejo Nacional de Iglesias Cristianas, la Confederación Israelita del Brasil, la Unión Nacional Islámica y el Instituto Nacional de Tradición y Cultura Afrobrasileña. Ante la que es una de las crisis sanitarias, económicas y sociales más graves de la historia del país, los líderes religiosos recuerdan que los brasileños "no están solos" en esta batalla compartida por todos los pueblos del planeta.
Seguir cultivando esperanza y solidaridad
"Como personas de fe", afirman, "estamos también guiados por la esperanza activa y constructiva. Una esperanza confortada por los numerosos gestos de solidaridad del pueblo brasileño hacia los más necesitados; por la dedicación de los trabajadores de la salud a la atención de los enfermos; por el sentido de responsabilidad de los administradores públicos que comprenden la gravedad de la situación y toman decisiones difíciles; por los empresarios que anteponen la vida y la salud de sus empleados a sus ganancias; por el compromiso de muchos dirigentes religiosos de acompañar espiritual y psicológicamente a sus comunidades de fe en este difícil momento. De ahí la invitación a "seguir cultivando esta esperanza y solidaridad", pero también su propia salud, siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias y los expertos.
Por último, el llamamiento a la sociedad brasileña "para que se movilice para construir un futuro mejor". Los dirigentes religiosos piden en particular "un mayor cuidado de nosotros mismos y del planeta"; que se dé prioridad a los más pobres y vulnerables; que se "supere el racismo y cualquier otro tipo de discriminación y prejuicio" y que se busque la manera de renovar la democracia en el país para que la dignidad humana "sea una garantía del presente y del futuro que queremos construir para todos los brasileños".
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí