Arzobispo Bogotá: “Estamos llamados a luchar para vencer la enemistad social”
Alina Tufani – Ciudad del Vaticano
El tercer sábado de septiembre, cada año, en Colombia se celebra el día del amor y la amistad, una celebración tradicional en la que amigos, conocidos, enamorados, novios o esposos expresan sus sentimientos de afecto y solidaridad. En vísperas de esta celebración, el próximo sábado 19 de septiembre, el arzobispo de Bogotá, monseñor Luis José Rueda Aparicio, en un vademécum de siete puntos, llama a crear relaciones sociales fundamentadas en el valor de la amistad: “Encontrar una amistad sincera es mucho más que encontrar un tesoro, porque la amistad es una motivación fuerte para trabajar, la amistad verdadera nos ayuda superar las frustraciones, la amistad nos da sabiduría y logra adelantar el gozo del futuro anhelado”.
“Un llamado a la amistad social” se titula el mensaje en el que monseñor Rueda sostiene que cultivar una verdadera amistad no es sólo una prerrogativa de la esfera interpersonal y privada, sino una posibilidad real de cultivar esos valores de amistad en el ámbito social, donde la reconciliación y la convivencia pacífica se hacen indispensables y urgentes para crecer como sociedad y como país.
“Todos los colombianos, hombres y mujeres, estamos llamados a luchar sin desfallecer para vencer la enemistad social, no podemos ser indiferentes, busquemos juntos las causas estructurales profundas de nuestros conflictos sociales, y contribuyamos para encontrar soluciones sin violencia, sin homicidios, sin odio. La vida, la reconciliación y la paz reclaman hoy nuestro aporte..” afirma monseñor Rueda.
El primado de Colombia comienza su guía para la construir la “amistad social” con un primer paso: La verdad, la sinceridad, que es fundamento de la amistad y que en su búsqueda “libera de esclavitudes como la difamación, la mentira, la hipocresía”. Sigue el diálogo que requiere la escucha del otro, en el silencio respetuoso para lograr el encuentro, que “libera del autoritarismo y de pretender las soluciones a los conflictos por vía armada. Visto que la amistad crece con la aceptación de las propias imperfecciones y errores, el perdón es el otro punto, que puesto en lugar de la condena, evita la destrucción y libera de la venganza, de la ira, y del resentimiento.
Los otros tres puntos de la guia del arzobispo colombiano para construir la "amistad social" son: la humildad, la confianza y la austeridad. Valores que puestos al servicio del bien común logran la construcción de comunidades, instituciones, líderes y ciudadanos respetuosos de la ley, justos, solidarios y pacíficos. Por último, monseñor Rueda habla de la “amistad social y espiritualidad, que es la dimensión de la persona que tiene su núcleo más profundo en la consciencia.
“La espiritualidad propicia el encuentro consigo mismo, con los otros y con el amor, es decir con Dios. Sin espiritualidad la amistad social no tiene fundamento sólido, porque la espiritualidad le confiere a la amistad social la calidad y el carácter trascendente propio de la dignidad humana. La espiritualidad se nutre con la oración, con la Palabra de Dios, con los Sacramentos, con el discernimiento y se ejercita en la relación respetuosa con todas las personas. La espiritualidad nos lleva a darle el genuino valor a la persona misma, y a los acontecimientos de la vida” concluye el mensaje.
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