Una misionera en la Amazonia: el testimonio de Doris
La Repam (Red Eclesial Panamazónica) publica el testimonio de Doris Vasconcelos, una “hija adoptiva del corazón de la Amazonía”: laica consagrada de la Orden Franciscana Seglar, Doris es activista socioambiental y referente del Eje de Derechos Humanos e Incidencia Internacional de la REPAM Brasil. Desde hace 22 años trabaja en misión en el Xingu, Brasil, “viviendo - como ella misma narra - las alegrías y en la resistencia con el pueblo xinguara frente al sufrimiento traído por los grandes proyectos”.
Con el pueblo Xinguara
Con estos pueblos comparte sus “tristezas y angustias, sus alegrías y esperanzas, en el compromiso con el servicio pastoral y catequético”, y en los gestos fraternos y solidarios hacia los más necesitados.
En la comunidad, explica Doris, son mayoritariamente las mujeres quienes evangelizan: educaron en la fe a todas las generaciones del Recreio, barrio más antiguo de la ciudad de Altamira, hecho de casas de paja, lavadoras y pescadores. El 90% de este camino de evangelización, defensa de la vida y lucha por la garantía de los derechos y del territorio – testimonia – lo realizamos nosotras, las mujeres, madres y profesionales luchadoras.
“Algunas de las grandes luchas, como el caso de los niños castrados, el abuso y explotación de niños, mujeres adolescentes, violencia contra mujeres y jóvenes, contra los grandes proyectos (UHE Belo Monte, Belo Sun y otras empresas mineras) y los conflictos en el campo provocados por la invasión de madereros, acaparadores de tierras, mineros y exploradores de recursos naturales, extracción depredadora, siguen fortaleciendo mi fe y mi compromiso con los pueblos del Xing”, expone.
Liderazgo de las mujeres
Más adelante en la narración, se pregunta: “¿Qué sería de los equipos misioneros y sacerdotes de la parroquia sin nosotras, mujeres 'diaconisas' en las comunidades?”
La Iglesia en el Xingu está compuesta en un 90% por mujeres en la pastoral, liturgia y socioambiental; solo hay 21 sacerdotes, 37 religiosas y 5 religiosos para aproximadamente 247.501 católicos en una enorme distancia geográfica de 361.981 km2. Si no somos nosotras, laicas y religiosas en las más de 607 Comunidades de Comunidades de Base (515 en el medio rural y 93 en el urbano), no habría evangelización.
Conversión integral
En su larga experiencia Doris aprendió que evangelizar en la Amazonía “es una misión llamada a realizarse con el corazón y el alma abiertos”: esto porque, como ella misma afirma, “no hay forma de evangelizar en este terreno sagrado entre los pueblos sin este diálogo, servicio, anuncio y testimonio construido colectivamente en la sencillez, la humildad y el compartir la fe y la vida”.
Allí se evangeliza, explica, sólo “dejando ir los hábitos y costumbres insertos en nuestra experiencia”, entrando “en un diálogo intercultural” que se asume “en el intercambio de conocimientos, experiencias y sentimientos”.
De las casi 1.090 confirmaciones anuales de la diócesis del Xinguara, el 80% fueron preparadas por las mujeres: 871 catequistas, que viven y comparten su fe, y cuya gran alegría es la de ver que la mayoría de los confirmados y confirmadas de una historia de más de 80 años de evangelización en el Xingu, se convierten en líderes sociales de la región: son ellos quienes, precisamente ahora, dice Doris, están transformando la realidad educativa y socioambiental.
Así evangelizamos en el Xingu- afirma Doris. "Así, como aprendiz de estas mujeres 'diaconisas', afirmo mi amor por Dios, la Iglesia y los pueblos amazónicos".
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