La cúpula de la iglesia de Asunción ardiendo en llamas se derrumba tras ser incendiada por los manifestantes este domingo 18 de octubre en Santiago de Chile. La cúpula de la iglesia de Asunción ardiendo en llamas se derrumba tras ser incendiada por los manifestantes este domingo 18 de octubre en Santiago de Chile. 

Obispos de Chile: Que la violencia no intimide nuestro anhelo de justicia para el país

En un comunicado, el Presidente y el Secretario General de la Conferencia Episcopal de Chile expresan especial cercanía a quienes han sido víctimas de hechos de violencia y aseguran que la inmensa mayoría de país anhela justicia y medidas eficaces que contribuyan a superar las brechas de desigualdad.

Ciudad del Vaticano

“Llamamos a todos a contribuir, desde sus propios espacios familiares, laborales y sociales, con una reflexión que nos permita tomar suficiente distancia de la irracional violencia y nos acerque a la amistad cívica”. Es la exhortación de los obispos de Chile en una declaración tras las escenas de violencia que tuvieron lugar durante la masiva manifestación de este domingo 18 de octubre que congregó a decenas de miles de personas para conmemorar el primer aniversario de ola de protestas que tienen lugar en el país, durante las cuales fueron destruidas la Iglesia San Francisco de Borja y la Iglesia de la Asunción, una de las más antiguas de la capital.

En el comunicado, que lleva la firma de Santiago Silva Retamales, Obispo Castrense de Chile y Presidente de la Conferencia Episcopal chilena y de Fernando Ramos Pérez, Arzobispo de Puerto Montt, Secretario General, los prelados constatan que los hechos acaecidos en las últimas horas en la capital y otras ciudades del país,  “demuestran que no hay límites para quienes exacerban la violencia”.

“Hemos contemplado con tristeza las agresiones, saqueos y el ataque a lugares de oración, espacios sagrados dedicados a Dios y al servicio solidario de las personas” escriben, manifestando su cercanía las comunidades de las iglesias destruidas, la parroquia de La Asunción y la iglesia institucional de Carabineros de Chile, San Francisco de Borja.

Ante estos hechos, afirman que “estos grupos violentistas contrastan con muchos otros que se han manifestado pacíficamente” y que no reflejan el deseo de la mayor parte de la población chilena:

“La inmensa mayoría de Chile anhela justicia y medidas eficaces que contribuyan a superar las brechas de desigualdad; no quiere más corrupción ni abusos, espera un trato digno, respetuoso y justo. Creemos que esa mayoría no apoya ni justifica las acciones violentas que causan dolor a personas y familias, dañando a comunidades que no pueden vivir tranquilas en sus hogares ni trabajar, atemorizados por quienes no buscan construir nada, sino más bien destruirlo todo.”

Recordando el plebiscito que se celebrará el domingo 25 de octubre - que iba a celebrarse en abril y fue aplazado por la pandemia y en el que el pueblo chileno decidirá si quiere reemplazar la actual Constitución - monseñor Silva Retamales y monseñor Ramos Pérez aseguran que “la ciudadanía que quiere justicia, probidad, superación de las desigualdades y oportunidades para poder levantarnos como país, no se dejará intimidar por las amenazas de violencia, y concurrirá a cumplir con su responsabilidad cívica”, al tiempo que aseveran:

“En las democracias nos expresamos con el voto libre en conciencia, no bajo las presiones del terror y la fuerza.”

Los obispos chilenos concluyen remitiéndose a la carta encíclica del Papa Francisco “Fratelli tutti” que llama a cultivar el amor para hacer posible “la amistad social que no excluye a nadie y la fraternidad abierta a todos”.

“Desde esta actitud de fraternidad – aseguran – podremos expresarnos con respeto, participar sin temor en democracia y concurrir a la búsqueda del bien común”.



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19 octubre 2020, 12:33