La Conferencia Eclesial de la Amazonía consolida paso a paso su identidad
Manuel Cubías - Ciudad del Vaticano
Entrevista con Mauricio López, Secretario Ejecutivo Interino de la CEAMA
¿Qué pasos se han dado desde la constitución de la Conferencia Eclesial de la Amazonía, a finales de junio, hasta la realización de su primera Asamblea?
Luego de la fundación de la Conferencia Eclesial de la Amazonía, que todavía está en proceso de aprobación canónica por la Santa Sede, sentimos una presencia cercana y un acompañamiento muy profundo no sólo del Papa Francisco sino de muchas de las instancias vaticanas relacionadas con el tema. Inmediatamente después de la fundación nos hemos puesto en marcha para activar las estructuras que esta conferencia tiene y así hemos tenido una primera asamblea ordinaria.
En la fundación de la conferencia participaron: episcopados de la región amazónica, vida consagrada de la Amazonia a través de la CLAR, Cáritas en Amazonía, la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), tres representantes de los pueblos originarios, el delegado de la Santa Sede y algunos expertos e invitados especiales. Todos nos hemos reunido para establecer un proceso que nos permita identificar, de todas las propuestas que surgen del discernimiento de la asamblea sinodal aprobadas en el Documento Final, cuáles son las que le corresponden a la CEAMA según su identidad. Hay más de 150 propuestas o compromisos en el Documento Final del sínodo.
Estimamos que por las características de la CEAMA que es una estructura con una dimensión significativa eclesial, no sólo episcopal, sino genuinamente eclesial amplia, diversa y de un territorio, el amazónico, hay muchas cosas que le competen a esta red en función de una necesaria institucionalidad, en función de una proyección a largo plazo, en función de una interacción mucho más formal con las instancias propias de la Iglesia en el territorio como en la estructura global del Vaticano.
En este sentido, se ha estructurado pues un proceso para poder priorizar. Probablemente serán 20 cuestiones específicas las que la CEAMA deba asumir como prioridades. Lo mismo está haciendo la Red Eclesial Panamazónica que hace parte de la CEAMA, para identificar aquellas propuestas que son más propias de su identidad de red, de su identidad no institucional. Hemos comenzado un proceso inédito que quiere dar vida a las conclusiones del Sínodo para la Amazonía.
En la asamblea ordinaria que tuvimos el día viernes 25 de septiembre se definió aprobar la convocatoria a una gran asamblea de toda la Iglesia en el territorio para los días 26 y 27 de octubre de este año. Se trata de presentar la CEAMA, de asegurar que tenga una amplia participación, de escuchar las voces de todos los que han hecho camino y, por lo tanto, se espera una asamblea en la que participarán entre 250 y 300 personas. Buscamos poder proyectar juntos y juntas un año para abrazar prioridades y establecer cómo queremos caminar en comunión con las personas que están trabajando en este territorio.
¿Cómo se vislumbra el camino sinodal de la Iglesia en la Panamazonía, tras la primera Asamblea de la CEAMA, en medio de estos tiempos de pandemia y de tantas agresiones contra los pueblos originarios y la Tierra?
Bueno, el camino sinodal tiene que ser consistente con todo el proceso preparatorio y con la asamblea del sínodo y con estos intentos también de implementación. Entonces ¿qué es los sinodal en este caso? La naturaleza misma de la CEAMA es orgánicamente sinodal, nace de una expresión sinodal, se expresa también por su propia misión como una instancia sinodal, pero no sólo eso, esta gran asamblea plenaria quiere abrir una etapa de planificación Pastoral y ésta se vuelve sinodal en la medida que logra la mayor participación posible tal como se hizo en la escucha previa al sínodo. La idea es que se vuelva a los distintos territorios para continuar con esta esta estrategia: asambleas, foros temáticos y ruedas de conversación donde se pueda implicar a más gente, escuchar a más gente, ya no solo sobre lo que se considera que debería de ser la misión y el modo de estar de la Iglesia en la Amazonía con los pueblos y comunidades sino cómo vamos a asumir la implementación de algunas de las tareas específicas que son prioritarias que se asumen dentro de esta conferencia.
Este camino ya ha comenzado, a pesar del Covid-19 se empiezan a dar también ya pequeños encuentros alrededor de las parroquias, de las comunidades, y eso va a hacer posible la escucha. Pero esta pandemia nos ha enseñado, en los foros temáticos y en las asambleas que donde abunda el sinsentido y el dolor sobreabunda la esperanza y la creatividad para encontrarnos. Los medios digitales permitirán también una amplia participación. Hemos pasado del tiempo de diagnósticos al momento de una praxis pastoral libradora, sinodal y profundamente profética.
¿Qué prioridades pastorales emergen de esta primera Asamblea de la Conferencia Eclesial de la Amazonía?
Las prioridades específicas que se establecen para la CEAMA todavía se están, de alguna manera, configurando. Esto es algo que se tiene que poner a consideración de la asamblea plenaria, pero percibimos claramente que, si retomamos los cuatro sueños del Papa Francisco, estos tienen que ver, por ejemplo con la defensa y acompañamiento a los pueblos originarios en la protección de sus territorios; con proyectos educativos como la Universidad Católica Panamazónica y la red de educación bilingüe; con los ministerios de los protectores de la casa común y con todo lo que tiene que ver con la definición de un rito amazónico.
También están los procesos formativos del diaconado permanente, de los ministerios especiales también para las mujeres como coordinadoras de comunidades y el acompañamiento para la promoción de liderazgo más explícito de la mujer en la Iglesia, el discernimiento sobre los ministerios especiales y todo lo que tiene que ver también con los procesos formativos de los agentes, interculturalidad y varias cosas más.
Se ha anunciado una Asamblea Plenaria a finales de octubre, ¿cuáles serán sus tópicos y objetivos?
Y bueno, la última pregunta ya la he respondido de alguna manera, pero en realidad la razón de convocar a una gran asamblea plenaria los días 26 y 27 de octubre es para dar razón de la vida que continúa como proceso de revelación del Espíritu en este camino sinodal en clave de concreción, en clave de implementación.
Esta es una ocasión ideal para que la Iglesia de toda la Panamazonía conozca la CEAMA, pueda comentar acerca de ella, interactuar con ella, que se pueda abrazar esta propuesta y comenzar a construir una dinámica que sea consistente con su identidad sinodal; y, por otro lado, será un momento de abrazar el dolor de las comunidades que siguen gravemente impactadas por la situación de desigualdad, de injusticia que con la pandemia se vuelve más grave la crisis que viene.
Será una ocasión para profundizar en el sentido de esta Conferencia Eclesial de la Amazonía, presentar algunos núcleos prioritarios que ya mencioné quizá 12 o 15 núcleos e integrar a todos los participantes de esa asamblea en los núcleos procesuales para tejer juntas y juntos durante un largo año que será de planificación pastoral, de definiciones e implementación que permitan de alguna manera completar este ciclo, donde la CEAMA junto con la REPAM, el CELAM, la CLAR, las Cáritas, y las pastorales indígenas va a encontrar su propia función y servicio en dinámica de complementariedad y de subsidiariedad, respetando mucho los propios procesos, pero también, siendo fiel a la razón de su existencia. La CEAMA no puede detenerse en su urgencia de existir como estructura que articule y que dé respuestas concretas a tantos compromisos del sínodo que creemos que sólo ella puede hacer y otros tantos que tendrá que hacer junto con las instancias que hacen parte de ella como ya mencionaba. Este kairós ahora necesita también las expresiones concretas de una praxis sinodal, pastoral, profética y samaritana en este momento y en estos signos concretos de la realidad.
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