Misionera en Timor Oriental: “mi vocación nació en misión desde que era adolescente”
Facundo Fernández – Ciudad del Vaticano
“Siempre ir en misión fue muy significativo: mi vocación nació en misión” confiesa la hermana Cecilia Andereggen, religiosa argentina de la Congregación de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, que vive en Timor Oriental en el sudeste asiático desde 2017. La religiosa recuerda que “cuando era adolescente, en el colegio hacíamos misiones en el interior de la Argentina y ahí yo supe antes que quería ser misionera y después que quería ser consagrada”.
Adoración eucarística
La Congregación de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús fue fundada en el año 1877, en España, por dos hermanas: Santa Rafaela María y María del Pilar. El carisma de la Congregación es la Reparación al Corazón de Jesús, como respuesta de amor a Cristo, mediante la comunión con Él en su misterio redentor que se actualiza en la Eucaristía. La misión de las religiosas, centrada en la Eucaristía, tiene como expresiones características la adoración eucarística, en su sentido apostólico, y la acción apostólica de la educación evangelizadora, que viven desde la Pedagogía del Corazón.
Las hermanas de la Congregación están presentes desde el año 2003 en Timor Oriental. El país se encuentra en la parte oriental de la isla de Timor, al norte de Australia y al sur de Indonesia, y fue colonizado por Portugal en el siglo XVI. Pocos días después de declarar su independencia en 1975, el país fue ocupado y dominado por Indonesia hasta el año 2002, cuando el país recuperó su independencia. En la actualidad, la Congregación acompaña la vida de los habitantes del lugar en dos comunidades: una en la ciudad de Dili, en el barrio de Bebonuk y la otra en Bazartete, una aldea en una zona de montaña.
La misión de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús en Timor Oriental
En el año 2017, la hermana Cecilia fue enviada como misionera a la comunidad de Dili, capital del país, donde Congregación tiene dos casas. En una de las casas tienen una residencia para jóvenes que van a vivir a la ciudad para realizar sus estudios secundarios o universitarios. También allí funciona un centro de formación, que incluye diversos proyectos: un apoyo escolar diario y merienda para niños de primaria; clases de inglés y japonés para jóvenes; un grupo de jóvenes llamado Familia ACI, una comunidad para compartir la fe y la vida; BEHAM, grupo que se dedica al cuidado del medio ambiente; y la pastoral en el barrio, que incluye la misión de llevar la comunión a los enfermos y acompañar a las familias.
La otra de las casas de Dili se encuentra en el barrio de Tuty, vecino a Bebonuk. Allí funciona un centro de atención para niños con desnutrición, donde se atienden casos de gravedad intermedia, se brinda apoyo alimentario y formación a las familias sobre nutrición balanceada y sana. Al mismo tiempo, funciona allí una residencia universitaria para jóvenes que cursan estudios en el área de la salud.
Durante 2018, la hermana Cecilia vivió 6 meses en Roma para la tercera probación, un tiempo de especial preparación y formación para la profesión perpetua. Luego de hacer sus votos perpetuos en la Argentina, la hermana Cecilia vuelve como misionera a Timor Oriental en enero del 2019 y es destinada a la comunidad de Bazartete, primera de las casas de la Congregación en el país a unos 35 km de la capital del país. Actualmente, allí funcionan dos jardines de infantes, uno en la aldea de Bazartete y otro en Fahilebo, a una hora de distancia en motocicleta. Las hermanas acompañan también una escuela católica perteneciente al obispado, donde además de coordinar la parte pedagógica y pastoral, son maestras. También colaboran en la pastoral de la estación misionera, dando catequesis, y acompañando diferentes grupos: scouts, acólitos, perseverancia. A su vez, hay un grupo de adultos llamado Familia ACI, que comparten el carisma de la Congregación.
“Una de las cosas en la que he crecido es en la vivencia de la Eucaristía - afirma la hermana Cecilia – estaba acostumbrada a tener misa todos los días y acá, como estamos en una zona de montaña, en realidad las que hacemos celebración todos los días somos nosotras las hermanas”. En la aldea solo hay misa los días domingo ya que no reside allí ningún sacerdote de modo permanente. El resto de los días, las hermanas de la comunidad presiden celebraciones de la Palabra e incluso muchos domingos van a las aldeas más alejadas que no tienen misa, para celebrar allí y llevar la comunión a los enfermos. “Tenemos que caminar a veces dos o tres horas por caminos de montaña para llegar a los enfermos porque si no, no pueden acceder a la Eucaristía, con Jesús en el bolso… peregrinando con Jesús” comentó la religiosa.
Finalmente, la religiosa destaca que en la misión ha crecido especialmente en su pertenencia a Jesús y su pertenencia través de los más pobres. "Yo le pertenezco a Jesús en cuanto me doy a los demás, y en especial a Él presente en este pueblo, que ha sufrido mucho, que ha sufrido la guerra, que tiene tanta herida, tanta historia, pero que también tiene tanta riqueza… Yo creo que he recibido mucho y que estoy muy agradecida a Jesús, y a Jesús presente en su pueblo acá en Timor Oriental”.
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