Obispo Bariloche: "Lamento la protesta mapuche en la iglesia"
Davide Dionisi-Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano
"Ninguna forma de violencia es, ni será nunca, la solución. En todo caso, exacerba los conflictos y multiplica los problemas. Complica siempre el alcance de la paz y la armonía entre los pueblos. Así se expresó en un comunicado Mons. Juan José Chaparro, obispo de Bariloche, tras la irrupción de un grupo de representantes de la comunidad mapuche el pasado viernes en la parroquia Nuestra Señora de Luján en Bolsón.
El prelado expresó su cercanía "a los hermanos y hermanas franciscanos, junto con la comunidad de los fieles" y expresando su comprensión a los mapuches pero "la Iglesia exige respeto a los lugares sagrados". Mons. Chaparro recuerda que ha escuchado repetidamente las demandas y preocupaciones de los pueblos indígenas, pero revela que está "profundamente apenado por el daño causado dentro de la parroquia". El obispo de Bariloche dijo que está convencido de que el Estado debe asumir la responsabilidad de resolver los conflictos que surgen de los reclamos de las minorías. "No sólo en la Patagonia", dijo el prelado, "sino en todo el país. Porque es necesario reconocer los derechos legítimos y poner en marcha todos los instrumentos jurídicos para que puedan ejercerse libremente".
El obispo se quejó, en efecto, de la indiferencia de las instituciones centrales para hacerse cargo de las cuestiones relativas a los indios y de la inaplicación de la ley de emergencia territorial, 26.160, en virtud de la cual se suspendió la expulsión de las poblaciones autóctonas de sus tierras tradicionales a la espera de un estudio territorial. "Creemos en el diálogo y queremos ser constructores de puentes. La esperanza es la misma de siempre: la superación de los contrastes y el afrontar con conocimiento mutuo las diferentes posiciones" concluye la nota. El pueblo Mapuche, algunos arqueólogos estiman, se asentó hace más de 2.000 años en las regiones del sur entre Chile y Argentina llamadas por ellos "Waj Mapu" (Toda la tierra). A diferencia de otros pueblos indígenas, "la gente de la tierra" nunca fue subyugada por los "conquistadores" españoles. Desde 1541 hasta principios del siglo XIX lucharon por la independencia primero de los europeos y luego de los militares. Pero los mapuches, que se mantienen en un estado de beligerancia permanente, no quieren en absoluto abandonar sus tradiciones y sus tierras.
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