Monseñor Avilés da una radiografía de la “alarmante situación” en Nicaragua
Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano
En el último mensaje de la Comisión Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Managua se denunció la represión, las medidas tributarias injustas y la pobreza en la que vive la mayoría de la población. Y se apoya y defiende a quienes reclaman sus derechos justa y cívicamente.
Vatican News habló con el Vicario General de la Arquidiócesis y coordinador de la Comisión, Mons. Carlos Avilés, quien recordó que, para hablar de la actual situación en el país, hay que retroceder unas décadas, cuando Nicaragua, vivía “una situación difícil de aparente bonanza económica, pero sólo se beneficiaban la empresa privada y el gobierno”. Hay un gran desempleo en el país, existe una falta de educación, y de asistencia sanitaria. Esta situación provocó en el 2018, el estallido social que como dijo el prelado, “ha radicalizado la situación del país social, política, y económicamente”.
Actualmente dijo, el país está al “borde del colapso”, hay hambre, no hay empleo, y en medio de esa pobreza, el gobierno “como que si nada, presenta reformas económicas y tributarias”. Una vez más, el mensaje de la Comisión, es la voz del pueblo, reflejo del sentir de la población.
De allí que la Comisión Justicia y Paz escribió en su reciente comunicado: “La nación no es un botín para la gloría y enriquecimiento personal”. Un mensaje dijo el prelado dirigido al gobierno y a la clase política, ya que hasta ahora, el gobierno “ha estado saqueando al país, no hay otro término”, aseveró Mons. Avilés, siempre buscando sólo el poder. Además, está pensando a las elecciones del próximo año, cuando, como dijo el coordinador de la Comisión Justicia y Paz, en Nicaragua, no hay condiciones. Hay presos políticos, hay represión, no ha habido justicia por las víctimas asesinadas, no hay libertades, ni siquiera, dijo el prelado, te dejan hacer una manifestación política, el gobierno no permite al pueblo expresarse.
El gobierno de Nicaragua, dijo el coordinador de la Comisión Justicia y Paz, quiere ir a elecciones, “utilizando los presos políticos como moneda de canje o moneda de hacer presión”. Según el prelado no deberían realizarse las elecciones, cuando aún hay presos políticos. Insiste que no hay condiciones para realizarlas.
Desde que comenzó la "represión", y se prohibió "manifestar pacíficamente", el pueblo ha hecho lo que llaman, piquetes express, o espontáneos. Un grupo de personas se reúne en determinado lugar, hacen gritos de protesta, sacan sus banderas, se graban esos 10 o 15 minutos, y se van, tratando de evitar a la policía. Si los ve la policía los persigue afirmó Mons. Avilés. Los minutos grabados los cargan en las redes sociales, sacan comunicados, y es así como instituciones opositoras y económicas publican las “críticas al gobierno, pero es solo a nivel de redes sociales”, dijo. De allí que ahora el gobierno quiera hacer nuevas leyes contra los medios de comunicación, castigados desde hace dos años en el país.
El prelado dio a Vatican News una radiografía de cómo está Nicaragua, diciendo que en realidad lo que ocurre en su país, es una situación “anómala” que explicarla en pocos minutos, no es lo mismo que ver la realidad, que ocurre desde hace décadas: un país con desempleo, falta de educación de calidad, asistencia sanitaria. Ver, dijo Monseñor, en las esquinas donde hay semáforos, ancianos y niños pidiendo limosna, esto refleja las dificultades de la familia para “salir adelante”.
Nicaragua es un país de seis millones de habitantes, donde la industria y el comercio, son un “mercado pequeño”, el turismo, dijo, estaba creciendo hasta el 2018, que se detuvo, debido a la “inseguridad”, ahora se ven policías con armas de guerra en las calles, que están “cuidando a la sociedad civil” a que “nadie se exprese y que ni siquiera saque la bandera del país”. Mons. Carlos Avilés contó el caso de un amigo que la policía lo detuvo, lo secuestró y lo golpeó, porque andaba “en su camioneta la bandera del país”. El prelado recordó que la Iglesia habla sobre estas injusticias, no porque son políticos, señaló, sino porque ante la alarmante situación, sienten el deber de denunciar las injusticias, y en Nicaragua, afirmó, no “hay quien haga justicia”.
En todo el mundo, y en todo el continente latinoamericano, los datos sobre contagios y fallecidos por coronavirus, son elevados, sólo en Nicaragua, extrañamente son mínimos…. Vatican New, le pregunta a Mons. Avilés, cuál ha sido la acción del gobierno ante la emergencia del huracán Eta y el Covid-19, el prelado ha dicho que, en primer lugar, las autoridades han negado toda información sobre el coronavirus.
Mons. Avilés, dijo que ante la desinformación del gobierno, se formó una comisión formada por médicos, abogados, periodistas, que llevaban la contabilidad de los casos de Covid-19, una contabilidad “totalmente reñida con la del gobierno. Desde luego cifras más altas que lo que el gobierno presentaba”. Para el prelado, el gobierno “quiere presentar como que el país está tranquilo como que aquí no hay nada, como que estamos en la mayor normalidad”, mientras el pueblo se está muriendo de hambre, hay miseria, falta de educación, falta de asistencia sanitaria”, afirmó. “Jamás se sabrán los verdaderos datos” del número de contagiados y fallecidos por coronavirus, y del huracán menos, señaló, puesto que apenas se están recabándolos, como Iglesia Católica lo hacen por medio de los párrocos de la zona afectada por el huracán, pero algunos párrocos, dijo Mons. Avilés “están todavía aislados, incomunicados”.
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