Cabrejos: Inédita Asamblea para reavivar los frutos y retos de Aparecida
Ciudad del Vaticano
“Este 2021 nos unirá en un gran acontecimiento eclesial para agradecer, contemplar, profundizar y reavivar los frutos y retos que nos dejó la V Conferencia General de Aparecida”, comienza con estas palabras el mensaje de Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, Arzobispo de Trujillo y Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, para la presentación de la primera Asamblea Eclesial de América Latina, que tuvo lugar ayer 24 de enero, desde la Basílica de Nuestra Señor de Guadalupe.
Cada bautizado es protagonista de la misión
En su discurso, el también Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano CELAM recuerda que Evangelii gaudiun, tomando elementos de Aparecida, despliega una eclesiología del Pueblo de Dios peregrino en la historia que acompaña a las comunidades a partir de una ‘cultura del encuentro’. En este mismo sentido, – precisa – el Papa Francisco enfatiza que el pueblo de Dios es el ‘sujeto histórico de la evangelización’ y que cada bautizado es convocado a ser ‘protagonista en la misión’.
Su llamado no es sólo a quienes ostentan cargos y responsabilidades formales en la Iglesia, a los agentes pastorales organizados, o a los especialistas en teología pastoral, sino a todo fiel cristiano .Es una teología de la sinodalidad que va abriendo los nuevos caminos que los fieles recorren en la ruta evangelizadora y del anuncio del Reino.
Novedad eclesiológica
Esta inédita Asamblea Eclesial - destaca a continuación el arzobispo de Trujillo - se encuentra en esta perspectiva teológica, y en esta novedad eclesiológica sinodal y en salida para América Latina y el Caribe, en profunda comunión con el Santo Padre, y como ofrenda para la Iglesia Universal. Y añade:
Este acontecimiento de la Asamblea Eclesial es un hito que pretende acompañar el profundo y urgente proceso de renovación y reestructuración del CELAM, inspirado en los cuatro sueños del Papa en Querida Amazonía y que asumimos para toda nuestra región.
De la misma manera, asegura que "este acontecimiento eclesial quiere ser una expresión genuina de una presencia que abraza las esperanzas y los anhelos de todos los hombres, mujeres y de los jóvenes que conforman la Iglesia, especialmente en un momento de profunda crisis, y donde la coherencia con el Evangelio de Jesús será el gesto vivo que dará relevancia a nuestro ser y estar en medio de los gritos de los empobrecidos y de la hermana madre Tierra en este tiempo de pandemia".
Recordando que Conferencia de Aparecida dejó la tarea pendiente de poner en marcha una Misión Continental para 'ir hacia aguas más profundas', para encontrar a los más alejados y construir juntos, concluye:
Es necesario retomar esta perspectiva para una nueva presencia solidaria y dialogante de la Iglesia en nuestro continente y desde aquí para el mundo globalizado, en el cambio civilizatorio que ya estamos viviendo por doquier.
Un signo profético para el futuro de la Iglesia
También el Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, el Cardenal Marc Ouellet, hizo llegar su saludo a los obispos, laicos, religiosos y religiosas, con ocasión de la presentación de esta Asamblea Eclesial Latinoamericana, el 24 de enero. Asegurando, de parte de la Comisión para América Latina, interés y compromiso con esta Asamblea, afirmó: “Vemos en esta iniciativa un signo profético para el futuro de la Iglesia, porque no solamente los obispos se reúnen sino también con todos los participantes del Pueblo de Dios". En este contexto, invitó a pensar en la “cultura vocacional en América Latina”.
Si queremos realmente trabajar juntos, respetando la diversidad de carismas, debemos desarrollar aún más una cultura vocacional que toca todas las vocaciones de los obispos, hasta los laicos, los esposos y los consagrados.
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