Evangelio, II Domingo de Natividad: "La Palabra se hizo carne"
Comentario del Evangelio
El Evangelio presenta el Prólogo del Evangelio según san Juan. Recordemos que estamos frente a un resumen de alto nivel teológico puesto estratégicamente, no al final, sino al inicio del Evangelio. La intención de este Prólogo, además de anunciar lo que sucederá o de preparar al lector, es la de resaltar el valor de la Palabra de Dios.
Esta Palabra, por medio de la cual existe todo lo creado, quiso vivir en medio de nosotros. Jesús es esa Palabra de Dios que vino a nosotros para revelarnos al Padre. Y lo hace brillando entre las tinieblas sin que estas puedan cubrir o apagar esta luz. Por eso el corazón humano no puede vivir sin Dios aunque se aleje o lo niegue.
Esta presencia luminosa irrumpe en nuestra vida, siendo Juan el Bautista testimonio fiel de esta Palabra que, al encarnarse, nos hermana y nos hace hijos e hijas de Dios. Los que recibimos con fe este regalo de parte de Dios, dejamos de ser extranjeros o forasteros, porque toda la creación es nuestro hogar y toda la humanidad renovada se convierte en nuestra familia.
El Prólogo afirma que la Palabra se hace presente en medio de nosotros en la persona de Jesús. De esta forma, la Palabra se hizo carne y puso su tienda entre nosotros, en nuestra humanidad frágil y tan necesitada de ser dignificada. Permitamos que la Palabra ilumine siempre nuestra vida en este mundo y que pueda morar en nuestra humanidad, porque por ella ha venido.
Francisco Díaz SJ
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