Cardenal Béchara Rai: una conferencia de la ONU para el Líbano
Isabella Piro - Ciudad del Vaticano
Una conferencia internacional que, bajo la égida de las Naciones Unidas, trabaje en la reconstrucción del Líbano sobre una sólida base institucional, política y diplomática: esta es la esperanza expresada ayer, en su homilía dominical, por el cardenal Béchara Boutros Raï, patriarca de Antioquía de los maronitas.
El "país de los cedros" vive desde hace meses una situación crítica en varios frentes: las fuerzas políticas son incapaces de llegar a un acuerdo para formar un nuevo gobierno, que está vacante desde hace tiempo; en el plano económico, la moneda se ha devaluado un 80%, mientras que el bloqueo provocado por la pandemia de Covid-19 ha agravado aún más la situación social.
Además de todo esto, ha habido muchas manifestaciones en la calle contra el estancamiento del ejecutivo. Asimismo, dos episodios dramáticos han golpeado recientemente al país: el 4 de agosto de 2020, una explosión en el puerto de Beirut causó unos 200 muertos y 7.000 heridos, mientras que hace tres días, el 5 de febrero, fue asesinado el activista Lokman Slim, un intelectual muy crítico con Hezbolá, una organización islámica musulmana chií libanesa que cuenta con un brazo político y otro paramilitar.
Hay que romper la parálisis del poder
Por ello, ante este "colapso", el cardenal Raï ha convocado una conferencia internacional con el objetivo de "consolidar el Líbano en sus modernas bases constitucionales", fundadas "en la unidad y en el principio de neutralidad". En particular, la esperanza del Patriarca es que dicha reunión internacional pueda "remediar la falta de una autoridad constitucional definida, para desbloquear la constante parálisis del poder" y trabajar por el bien común.
"En el marco de un sistema democrático que tenga en cuenta a todos los libaneses y a todo el Líbano", añadió el cardenal, "proponemos preservar la convivencia cristiano-islámica".
Francisco: El Líbano debe mantener su identidad única
Y esta misma mañana, la crisis libanesa ha sido uno de los temas abordados por el Papa Francisco en su discurso al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede: "Espero un renovado compromiso político nacional e internacional para promover la estabilidad del Líbano, que atraviesa una crisis interna y corre el riesgo de perder su identidad y verse aún más involucrado en las tensiones regionales", dijo el Pontífice.
"Es más necesario que nunca que el país mantenga su identidad única, también para garantizar un Oriente Medio plural, tolerante y diverso, en el que la presencia cristiana pueda ofrecer su contribución y no se vea reducida a una minoría que hay que proteger", añadió.
Además, "sin un proceso urgente de recuperación económica y reconstrucción -concluyó Francisco- se corre el riesgo de que el país fracase, con la posible consecuencia de peligrosas derivas fundamentalistas".
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