Bolivia: Limitaciones al uso de plataformas diversificadas
Alina Tufani – Vatican News
El presidente del Área de Educación de la Conferencia episcopal de Bolivia (CEB), monseñor Fernando Bascopé Müller manifestó la preocupación de la Iglesia y de los padres de familia por el Instructivo del Ministerio de Educación que prohíbe cualquier otra plataforma educativa que no sea la del Ministerio en los colegios fiscales (públicos) y de convenio (Iglesia–Estado).
En particular, el también obispo castrense de Bolivia, se refiere a las limitaciones a la cooperación interinstitucional y las experiencias pedagógicas innovadoras que siempre se han aplicado en las unidades educativas de convenio, administradas por entidades religiosas, sin ánimo de lucro y cuyo acceso a las mismas es libre. En efecto, el prelado boliviano exhorta:
Violación del derecho a la libertad de elección
El comunicado de la CEB enfatiza la postura del viceministro de Educación Regular, quien “pondera que se hayan instalado las plataformas educativas en los colegios que administramos animándonos a compartir esta experiencia”. Sin embargo, la instrucción ministerial se presenta como una limitación contraproducente para la educación de las nuevas generaciones, especialmente en un momento crítico como el actual. Afirma monseñor Bascopé:
Y puntualiza, además, que esta actitud “viola el derecho a la libertad de elección que tienen los padres de familia de elegir la educación para sus hijos y la calidad de formación que deben recibir”.
El presidente del área educativa de la CEB explica que la Iglesia boliviana siempre se ha comprometido vivamente para acompañar sistemáticamente el proceso educativo, mediante diversos materiales y recursos. Además, ha construido verdaderas plataformas educativas especializadas, que permiten el desarrollo efectivo de actividades académicas para todos los niveles, haciendo de los estudiantes los primeros entusiastas de conocer y comprometidos en sus propios aprendizajes.
Interacción entre docentes y estudiantes
Monseñor Bascopé advierte que la imposibilidad de impartir clases presenciales para resguardar a estudiantes y profesores de la pandemia de COVID-19 ha evidenciado la inequidad social que impide que todos tengan las mismas condiciones para acceder a la llamada educación virtual, pero también reconoce que ha obligado a buscar iniciativas apropiadas para ofrecer espacios virtuales que además de contener materiales pedagógicos variados permiten una mejor interacción entre el docente, el estudiante, el director y los padres de familia. Y tal como refiere la nota del episcopado, concluye:
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