El CELAM repudia el secuestro de siete religiosos y tres laicos en Haití
Ciudad del Vaticano
La presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), envió una carta a Monseñor Launay Saturné, arzobispo de Cap-Haïtien y presidente de la Conferencia Episcopal de Haití, para expresar su preocupación y cercanía ante “el secuestro abusivo y criminal de 5 sacerdotes, 2 religiosas y 3 laicos, en la ciudad de Croix-des-Bouquets”.
Desde el CELAM “levantamos nuestras voces para rechazar con todas nuestras fuerzas este acto cruel e inhumano que pone en riesgo la salud y la vida de diez personas que han dedicado su vida al servicio de Dios y del prójimo”, afirma el texto.
Tal como explica la carta, el secuestro fue perpetrado por el grupo 400 Marozo en la mañana del Domingo de la Misericordia, cuando estas personas iban a recibir a un sacerdote en la ciudad de Croix-des-Bouquets, cerca de Puerto Príncipe.
"Liberen inmediatamente a estos hermanos"
Además, los obispos exigen a los captores “en nombre del Dios del Amor, de la Justicia y de la Misericordia, que liberen inmediatamente a estos hermanos, injustamente privados de su libertad”, a la vez, que invocan a las autoridades competentes "a realizar denodados esfuerzos a fin de lograr la pronta libertad de estos hermanos”.
“Con toda convicción decimos que nadie puede arrogarse el derecho a privar al otro de su libertad personal, más aún si se trata de un secuestro extorsivo, cuyo objetivo es obtener un rescate a cambio de la libertad de personas inocentes. El derecho internacional establece penas severas para este tipo de actos ilegales”, añaden.
Igualmente, desde la oración, la presidencia del CELAM expresa:
Por su parte, el presidente del episcopado haitiano, que ha iniciado su 134ª Asamblea Plenaria Ordinaria, respondió diciendo que recibe con “alegría y gratitud el comunicado de solidaridad de la Presidencia del CELAM”, habiéndolo compartido con sus hermanos obispos. La nota del CELAM “nos ha dado alivio y alegría de pertenecer a esta gran familia que es la iglesia”, según Monseñor Saturné, quien asegura mantener “contactos muy cerrados con las familias y congregaciones involucradas en esta situación inhumana para reconfortar y buscar caminos de salida hacia la liberación de las personas secuestradas”.
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