Evangelio, IV Domingo de Pascua: "El Buen Pastor"
Comentario del Evangelio
El Evangelio de este Domingo nos presenta la parábola del Buen Pastor. Más que exaltar a los pastores, entendiéndose como líderes o personas que guían a otros, el Evangelio nos invita a ver con claridad.
El adjetivo nos indica que así como hay buenos pastores, hay otros que conducen al rebaño por el mal camino. Por ello, entendiendo la analogía y el simbolismo del rebaño y del pastor, este Evangelio nos invita a todos nosotros a estar muy atentos, a tener los ojos abiertos para identificar si nuestro líder, si nuestro pastor, nos conduce o no por el buen camino.
Encontramos así algunos criterios en positivo y negativo; es buen pastor el que da la vida, el que las defienda y conoce. Es mal pastor el asalariado, el que las abandona en el peligro y las desconoce. Obviamente el Evangelio presenta a Jesús como el único Buen Pastor.
Es cierto que algunas parroquias aprovechan para celebrar al párroco su servicio pastoral, pero incluso ellos, es decir, todos nosotros, hombres y mujeres de fe, sea que tengamos cargos dentro de la comunidad o que formemos parte de la jerarquía de la Iglesia, somos parte del mismo rebaño, del cuerpo de la Iglesia, de la comunidad que está a la espera de la voz de su único Buen Pastor.
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