La Pascua con los refugiados iraquíes acogidos en Jordania
Antonella Palermo – Ciudad del Vaticano
El viaje apostólico de Francisco a Iraq sigue vivo en los corazones de los refugiados que huyeron a los países vecinos a causa de los conflictos en busca de un futuro mejor. En Jordania, tierra de tránsito para la mayoría de ellos, hay una comunidad que desde hace algunos años apoya a miles de cristianos iraquíes, a pesar de los muy difíciles retos económicos y socio sanitarios.
Restricciones anti-Covid y su impacto
El Padre Mario Cornioli, sacerdote fidei donum al servicio del Patriarcado Latino de Jerusalén y Vice párroco de San José en Jabal Amman dice a Vatican News:
También nos explica que "el Gobierno jordano no puede cerrar completamente porque la situación económica es devastadora. Por lo tanto, el cierre es parcial, desde las seis de la tarde hasta las seis de la mañana, y el impacto en la economía es fuerte". Cuenta asimismo que la gente se esfuerza por encontrar el pan de cada día y que muchos trabajan por días.
Pascua en streaming
Las restricciones para contener los contagios del coronavirus también han impuesto el cierre de las mezquitas, los viernes, y de las iglesias, los domingos. Los demás días se pueden celebrar liturgias. "Este régimen continuará hasta el final del Ramadán, por lo que no podremos celebrarlo con la gente. Hemos decidido celebrar la Pascua con el rito occidental", dice el sacerdote, que tuvo un pasado en Belén y se trasladó a Ammán hace seis años. Lamentablemente dice que la Vigilia Pascual no podrá celebrarse, salvo por internet.
Con los refugiados iraquíes, en recuerdo de la visita del Papa
Con la asociación Habibi, el Padre Cornioli logra guiar el Centro pastoral "Mar Yousef", que se ha convertido en un lugar de encuentro para muchas personas y donde los refugiados iraquíes participan en los cursos de formación que se organizan aquí.
Muchos proceden de Qaraqosh
Y añade que "muchos de ellos proceden de Qaraqosh y fue realmente conmovedor ver al Santo Padre ir allí. Casi ninguno de estos chicos podría haber imaginado que esto sucedería. Pude ver la emoción en los ojos de los niños, durante las Misas retransmitidas en vídeo y también ellos cantaban. Les hubiera gustado estar allí – explica – pero también estaban contentos de no estarlo. Por un lado se alegraron, obviamente, porque están ligados a su tierra, pero por otro lado les cuesta ver un futuro allí".
Dar una oportunidad a los refugiados
El Padre Mario explica que los 15-16 mil refugiados cristianos iraquíes, en los que la asociación Habibi concentra su apoyo y sus esfuerzos caritativos, son solicitantes de asilo y sueñan con llegar a Australia, o a Canadá, o a Estados Unidos.
Nos comenta asimismo el Padre Cornioli que intentan dar trabajo especialmente a los más jóvenes para lo cual lanzaron la idea del job-creation. “Intentamos enseñarles un oficio con el que podrán vivir el día de mañana. Tenemos un laboratorio de helados, una sastrería, una pizzería, un restaurante y una mini lechería".
Y manifiesta su agradecimiento a la Conferencia Episcopal Italiana que, mediante algunos proyectos financiados con el 8 por 1000, ha podido ayudar a las actividades de la asociación, para la que, además, ha recibido mucho apoyo del encargado de negocios de la Nunciatura Apostólica en Jordania, Monseñor Mauro Lalli.
Solidaridad entre los pobres en el espíritu de Fratelli tutti
"Un diácono de la Iglesia caldea ha perdido recientemente a su mujer y a su hijo a causa del Covid. Debería irse a los Estados Unidos. Todo el mundo se está movilizando para ayudarle", dice el sacerdote de origen toscano, explicando que en esta tragedia se ha desarrollado gran solidaridad entre los pobres, lo que lo emociona mucho.
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