El 12 de septiembre, la beatificación del cardenal Wyszyński
Benedetta Capelli - Ciudad del Vaticano
"Pastor bueno ", "la piedra angular de la Iglesia de Varsovia y la piedra angular de toda la Iglesia de Polonia". Fueron las palabras que el corazón de Juan Pablo II pronunció en el momento en que murió el cardenal Stefan Wyszynski, el 28 de mayo de 1981. Sólo 15 días antes, el Papa Wojtyla había sido gravemente herido en San Pedro. Entre ellos una relación de afecto, de estima, de amor a la Iglesia y a María, dos vidas entrelazadas también en el aroma de la santidad.
El 12 de septiembre, el cardenal Wyszynski será beatificado en Varsovia, según ha anunciado hoy el cardenal Kazimierz Nycz, arzobispo de la ciudad, junto con la religiosa Roza Maria Czacka, que quedó ciega tras un accidente y dedicó su vida a los invidentes. Murió el 15 de mayo de 1961.
Al lado de su pueblo
Primado de Polonia desde 1948 hasta su muerte, Wyszyński siempre ha sido considerado un santo para su nación, pero también un padre de la patria que no abandonó cuando soplaron los vientos del nazismo y que defendió contra el comunismo. Creado cardenal en enero del '53, pagó con la cárcel su defensa de la Iglesia. Ante la imposición del régimen de quitar la libertad de culto, no se quedó callado, escribió, expresó su disconformidad y por ello fue detenido en plena noche. Pasó tres años en prisión, de 1953 a 1956, donde sufrió torturas y violencia.
En sus Notas desde la cárcel, escribió:
El 19 de diciembre de 2017, el Papa Francisco reconoció sus virtudes heroicas, en 2019 se constató un milagro, la curación de una joven enferma de cáncer de tiroides.
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