Argentina. Obispos. Restricciones resguarden la dimensión espiritual

Alina Tufani - Ciudad del Vaticano

“Sumar restricciones, no es la solución que nuestro pueblo espera y necesita para crecer en la responsabilidad personal y social”. Esta la postura de los obispos ante las nuevas medidas restrictivas, dispuestas por el Gobierno de la Provincia de Santa Fe, que prohíben toda actividad religiosa en lugares cerrados.

“Desconcierto y convencida disconformidad” expresan los obispos en un comunicado que si bien reconoce la necesidad de adoptar medidas sanitarias para luchar contra la pandemia, considera que las mismas deben ser aplicadas con el máximo respeto a los derechos y garantías consagrados en la Constitución Nacional.

“En todo este tiempo, nuestras comunidades cristianas han aprendido a cuidarse cumpliendo con todos los protocolos sanitarios, siendo muy respetuosas de los mismos”, se lee en la nota que enumera las medidas preventivas que se han tomado en los templos y que van desde la reducción del aforo hasta la higienización y cambios de tradicionales gestos litúrgicos para evitar contactos entre las personas.

La declaración de los obispos reitera la necesidad de un diálogo y un trabajo conjunto entre las autoridades y todos los actores de la sociedad comprometidos en cada ambiente para para estudiar y encontrar las mejores alternativas que ayuden a salvaguardar la vida humana en su integralidad.

“La religiosidad es el alma de los pueblos latinoamericanos, por eso la dimensión religiosa de la persona humana es un aspecto esencial del bienestar integral de la población y el fortalecimiento espiritual de las personas; por lo cual las medidas y disposiciones que tomen las autoridades deberían atender siempre a su resguardo”, concluye la nota.

Argentina afronta la segunda ola de covid-19 con un aumento continuo contagios (casi 3 millones 200 mil) y de fallecimientos (cerca de 68.500). A pesar de la campaña de vacunación iniciada a finales de diciembre, el gobierno ha tenido que extender las restricciones en la capital, Buenos Aires y sus zonas periféricas donde se presenta la mayoría de casos de Covid-19. También los gobiernos provinciales como los de Santa Fe o Córdoba han decidido endurecer los protocolos para detener el avance de la pandemia.