Colombia. 3º Rosario Mundial de Mater Fátima del Santuario Mariano de Chiquinquirá
Anna Poce – Ciudad del Vaticano
Este jueves 13 de mayo, en la fiesta de Nuestra Señora Fátima, más de 150 países se unirán en oración desde el Santuario Mariano Nacional de Nuestra Señora de Chiquinquirá, ubicado en el departamento de Boyacá (Colombia), para rezar el tercer “Rosario Mundial de Mater Fátima”, pidiendo la protección del Inmaculado Corazón de María y por el fin de la pandemia que azota al mundo, la santificación de la Iglesia y, en este momento de crisis que vive el país, implorar de la Santísima Virgen la paz para Colombia.
La jornada de oración se lee en la página web del Episcopado- iniciará a las 11:00 am con la Santa Misa, minutos después la adoración eucarística y el santo rosario en 15 idiomas. Además, se hará la consagración de los Corazones de Jesús y María, a través de la intercesión de San José, y se finalizará, como es tradición en la basílica, con una procesión que llevará una réplica de la imagen de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá y de la Virgen de Fátima.
El evento será transmitido en vivo por los canales católicos nacionales e internacionales y en línea en el sitio web y la página de Facebook de la Conferencia Episcopal de Colombia, así como en las plataformas virtuales de Mater Fátima, que junto con el Episcopado y los frailes dominicos de la Orden de Predicadores -custodios del venerado cuadro de la Virgen de Chiquinquirá- ha convocado esta acción de oración y súplica a Dios y a la Virgen María.
La iniciativa del Rosario Mundial nació, de hecho, cuando el padre Héctor Ramírez, fundador y director de Mater Fátima, era capellán del Santuario de Fátima, en Portugal, y fue allí donde se celebró esta primera oración a escala mundial; el segundo se llevó a cabo desde la Basílica de Guadalupe, en México
Mater Fátima, por su parte, surge en 2017 por iniciativa de un grupo de católicos con el objetivo de ayudar al mundo a conocer y vivir las gracias del mensaje que la Santísima Virgen dejó hace 104 años en Fátima.
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