Venezuela: Falleció la Misionera de la Caridad María Rosario
Vatican News
El 29 de julio de 1965, la Madre Teresa de Calcuta, por sugerencia del Nuncio apostólico en la India y con la venia del Papa Pablo VI, parte hacia Venezuela con un grupo de seis hermanas para brindar la requerida atención pastoral en una apartada zona del país. El equipo integrado por la Santa Teresa de Calcuta y las hermanas María Nírmala, María Dolores, María Elena, María José y María Rosario abren una Casa en Cocorote, en el estado Yaracuy, la primera sede de la Congregación de las Misioneras de la Caridad en Venezuela y la primera fuera de India.
Tenía 88 años
La Hermana Rosario, que permaneció en Venezuela por más de 50 años, falleció el viernes 4 de junio, a los 88 años de edad y a consecuencia del Covid-19. Una vida de entrega plena a su compromiso de compartir la misericordia de Dios con los hermanos más desfavorecidos, velando por los enfermos, los pobres y los sufrientes de ese rincón del país sudamericano. En la nota publicada por la Conferencia Episcopal Venezolana se lee:
Una vida devota lejos de su tierra natal
Una vocación y una misión que cumplió con devoción tan lejos de su tierra natal, una pequeña aldea de agricultores cerca de Chainpur, en el estado de Jharkhand, en la India.
De maestra a novicia
Silvia era su nombre, la última de seis hermanos, de la familia Toppo Tirkey que se convirtió al catolicismo luego de la ardua misión del padre Livan, jesuita, en esa zona del país. Bautizada en la fe católica, Silvia se inscribió en el Ursiline Convent, donde alcanzó el grado de maestra. Fue la única de la familia que logró completar sus estudios. Siendo maestra de niños, tuvo noticias sobre la obra que estaba realizando una misionera en la lejana ciudad de Calcuta, algo que le llamaba la atención y sentía un cercano deseo de conocer en profundidad. Junto con otras seis maestras, Silvia escribió una carta a la Madre Teresa. La Santa de Calcuta las esperaba con los brazos abiertos, invitándolas a vivir la enorme responsabilidad de ser Misioneras de la Caridad. El 31 de mayo de 1955, frente a Silvia, la Madre Teresa bautizó a la novicia con el nombre de María Rosario, para su vida religiosa. Tres años después alcanza sus primeros votos y parte en misión a Nueva Delhi (de 1958-1960), luego a Ambala (de 1960-1962) y nuevamente e Calcuta realiza sus últimos votos en el año 1964.
Superiora en Cocorote
A pocos meses del otorgamiento del Decretum Laudis (el Decreto de Alabanza), concedido a la congregación por el Papa Pablo VI, en febrero de 1965, la hermana María Rosario, junto a sus compañeras viajan con Santa Teresa de Calcuta hasta Venezuela. Cofundadora de la obra de las Misioneras de la Caridad en Yaracuy, la hermana Rosario permanece en Venezuela junto a las seis hermanas, que poco después abren una segunda sede, en Marín, también en el estado Yaracuy. Por voluntad de la Madre Teresa será la superiora en la Casa de Cocorote.
Encargada del Santuario de la Madre Teresa en Cocorote
Tras 10 años de misión en Perú (hasta 1987), cinco años en Lima y otros cinco en Chimbote, la Hermana Rosario vuelve a Venezuela donde ya se habían creado otras casas en Ciudad Bolívar, Catia La Mar y Carapita. El 5 de septiembre de 1997, tras la muerte de la Madre Teresa, la Hermana Rosario fue designada encargada del Santuario de la Madre Teresa de Calcuta en Cocorote, donde por más de diez años recibió a centenares de peregrinos que se acercaban a conocer la historia de la Madre Teresa y a pedir su intercesión y ayuda.
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