La parroquia San Miguel de Guaguachique en el corazón del pueblo Tarahumara

Ciudad del vaticano

La sierra Tarahumara se ubica el suroeste del estado de Chihuahua, México; forma parte de la Sierra Madre Occidental. En estas tierras de barrancos y montañas habitan desde hace siglos los indígenas Rarámuri, cuyo nombre significa pie ligero. A inicios del siglo XVII llegaron los primeros jesuitas con la misión de atender a este pueblo conocido también como tarahumaras.

La misión de los jesuitas en este territorio se ha ido adaptando a las necesidades de la época. Actualmente, los pilares que sostienen el trabajo evangelizador son el diálogo, la convivencia y la interculturalidad.

Pueblo Rarámuri

Las misiones

Las misiones jesuitas se ubican en cuatro poblaciones de la sierra Tarahumara: Cerocahui, Creel, Sisoguichi y Samachique.  El equipo de Samachique atiende la parroquia de San Miguel, ubicada en el corazón de la sierra Tarahumara y delimitada por las Barrancas del Cobre y de Batopilas cuenta con una población de 8500 habitantes de los cuales 90% son Rarámuri.

El equipo misionero busca construir una comunidad cristiana con diversidad cultural, donde se refuerce la identidad indígena y mestiza y se propicie el diálogo. Al mismo tiempo, añaden que un rasgo importante de la experiencia religiosa Rarámuri es su relación con la comunidad y con la creación.

Fomentar diálogo y participación de todos

El P. Juan Pablo Romero S.J. subraya que como parroquia es vital fomentar la experiencia del diálogo intercultural e interreligioso y desde allí el acompañamiento de las diferentes expresiones religiosas de las culturas que viven en la parroquia. La idea es propiciar encuentros entre culturas que haga posible la construcción de una sola comunidad, de una sola Iglesia. El religioso insiste en lo importante que es el encuentro entre el Evangelio con cada cultura por su capacidad de expresar el misterio con novedad y profundidad.

La catequesis es otro espacio en el que se comparte con los niños y niñas el Evangelio de Jesús y su vivencia de comunidad porque este es un elemento esencial en la construcción del Reino de Dios.

Formar hombres y mujeres que busquen el bien de su comunidad

Del diálogo entre el Evangelio y la cultura local se fomenta la formación de hombres y mujeres capaces de tomar decisiones para el bien de su comunidad sostiene Enrique Mirelles S.J. y añade que se trata de personas abiertas al mundo, enraizadas en su cultura y que sean capaces de difundir sus valores.

El religioso pone en evidencia los peligros que corren los niños, “quienes son los más afectados por los cambios de la globalización. El sistema competitivo aleja a los infantes de sus raíces y los hace vulnerables frente a los nuevos referentes de identidad como la narcocultura”.

Los centros culturales

Rodrigo Espinoza S.J. relata que Desde el 2014, en la misión de la Tarahumara (México) comenzamos el proyecto de los Centros Culturales en comunidades Rarámuri de la Parroquia de San Miguel de Guaguachique, con sede en Samachique. Hemos abierto cuatro centros culturales en los pueblos de La Gavilana, Pamachi, Guaguachique y Samachique. El enfoque de nuestro trabajo es el fortalecimiento de la identidad cultural Rarámuri en los niños y, de manera secundaria, complementamos la formación dada en las escuelas.  Los Centros Culturales son una respuesta al deterioro cultural originado por diversos actores que con el tiempo han ganado fuerza, como el narcotráfico, las iglesias protestantes y la ideología del consumo. Los Centros intentan salvaguardar lo bueno y evangélico presente en el mundo Rarámuri en una tónica de apertura al diálogo y trabajo intercultural. Creemos, sobre todo, que el fruto de nuestro trabajo viene del encuentro entre las culturas, que interactúan constante y permanentemente.

El jesuita añade:  Aunque trabajamos con niños, creo que el impacto de los Centros es más extenso. Primeramente, está el equipo de maestros, jóvenes músicos Rarámuri que orientamos y formamos para trabajar en los Centros; al final son ellos, Rarámuri, quienes sostienen los Centros y son los agentes ideales para enseñar y transmitir las costumbres y tradiciones a los niños.

El apoyo del Papa a los pueblos indígenas en medio de las crisis

El Papa Francisco ha expresado en varios momentos su decidido apoyo por la preservación de la vida y de los territorios habitados por comunidades indígenas: “Considero imprescindible realizar esfuerzos para generar espacios institucionales de respeto, reconocimiento y diálogo con los pueblos nativos – afirmaba el Papa – asumiendo y rescatando la cultura, lengua, tradiciones, derechos y espiritualidad que les son propias”.

La pandemia ha impactado en el último año el territorio, pero también lo está haciendo el cambio climático. La disminución de las lluvias ha llevado a que en algunos lugares se racione el agua y se utilice con máxima eficiencia, sin embargo, las plantaciones de maíz sufrieron mucho el año pasado y con ello escasean los alimentos.

En medio de esta crisis, el pueblo Rarámuri sigue resistiendo y celebrando la vida, confiado que Dios está de su lado.