Inauguración del Año Jubilar Altagraciano - República Dominicana

IGLESIA

República Dominicana: Centenario de la Virgen de la Altagracia

En el marco de las celebraciones del Año Jubilar mariano, el episcopado dominicano y la alcaldía de la capital, develaron una placa conmemorativa de los 100 Años de la coronación canónica de la Virgen de Altagracia

Alina Tufani – Vatican News

Una placa conmemorativa de la coronación canónica de la Virgen de la Altagracia había sido colocada por la Alcaldía de la Ciudad Vieja de Santo domingo, el 15 de agosto de 1922, pero fue removida durante la remodelación de la Puerta del Conde. Ese, también llamado el Baluarte del Conde, fue escenario del primer acto de Independencia de la República Dominicana en febrero de 1844, testigo de la primera bandera nacional izada a su sombra y sede del altar de la Patria, donde reposaban los patriotas de República Dominicana.

Allí, la Patrona del Pueblo dominicano volvió a brillar el pasado domingo, cuando la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) y la Alcaldía del Distrito Nacional develaron la placa conmemorativa del centenario de la coronación canónica de Nuestra Señora de la Altagracia, en la histórica puerta colonial.

Monseñor José Dolores Grullón Estrella, obispo emérito de San Juan de la Maguana, al presentar la proclama que establece el Año Jubilar Altagraciano, desde el 15 de agosto de 2021 hasta el 15 de agosto de 2022 resaltó:

“La Virgen de la Altagracia estará aquí para siempre junto con nuestros héroes nacionales intercediendo por todos los dominicanos como nuestra reina y única soberana, que nos librará de enfrentamientos y nos ayudará a lograr la convivencia nacional”

No cerremos a nadie la puerta de Dios

Además, Monseñor Grullón, presidente de la Comisión Nacional Organizadora del Centenario exhortó, en su discurso durante el acto, a abrirse a la acción de Dios y de la Virgen de Altagracia sobre el pueblo dominicano:

“No cerremos a nadie la puerta de Dios, ni la puerta de la Patria, no saquemos a Dios de nuestra constitución, no saquemos la Biblia de nuestras escuelas, los crucifijos de nuestros tribunales, la imagen de la Altagracia de nuestros hogares, no saquemos la justicia ni la misericordia, ni las relaciones fraternas de nuestros lugares de trabajo ni de nuestras familias, se trata de abrir las puertas”

Todos al servicio de la Madre

La alcaldesa del Distrito Nacional, Carolina Mejía – refiere una nota del episcopado – afirmó durante el acto que, como miembro de la comisión organizadora del centenario, está al servicio de esta celebración. Igualmente agradeció la presencia de los participantes, entre ellos, a quienes colaboraron en la reposición de la tarja, y señaló: “Nosotros en esta comisión estamos al servicio de la Madre”.

En el acto participaron los obispos auxiliares de Santo Domingo, Monseñor Ramón Benito Ángeles Fernández y Monseñor José Amable Durán Tineo, además de miembros de la Comisión Nacional Organizadora del Centenario, integrada por sacerdotes, laicos, empresarios, comunicadores y personalidades de instituciones públicas, quienes recibieron una bendición especial para asumir el rol al que han sido convocados.

Año Jubilar Altagraciano

Para conmemorar los 100 años de la coronación canónica de Nuestra Señora de la Altagracia, la CED inauguró, el pasado 15 de agosto, el Año Jubilar Altagraciano, con celebraciones y la apertura de la Puerta Santa en todos santuarios y templos marianos de las distintas diócesis del país. En la Basílica Catedral Nuestra Señora de la Altagracia, Monseñor Grullón Estrella, recordó que este año jubilar busca “confirmar el pacto de reencuentro con la Virgen, dinamizar la fe de los dominicanos y lograr una fuerte convivencia nacional”.

Ese día fueron bendecidas 12 réplicas de la imagen de la Virgen de la Altagracia que fueron cedidas al Instituto Nacional de Pastoral para que peregrinen en todas las Diócesis. Con el Año jubilar Altagraciano se estarán llevando a cabo diversas actividades coordinadas por la Comisión Nacional Organizadora, entre ellas, la difusión de video en honor a la Virgen de la Altagracia grabado en Roma y el Vaticano, así como la celebración de Eucaristías presididas por los obispos los 21 de cada mes dedicadas a la Virgen.

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