América Latina y El Caribe. Las novedades de la Asamblea Eclesial
“La Asamblea Eclesial tiene algo de novedad y algo que hunde sus raíces en el caminar de la Iglesia Latinoamericana y del Caribe”: las palabras, recordadas por ADN Celam, son las del Secretario General del consejo, Monseñor Jorge Lozano, Arzobispo de San Juan de Cuyo, Argentina. Según el prelado la asamblea eclesial es algo que forma parte de la Iglesia del continente desde sus primeros momentos - recordando los Concilios de Lima - pero que también es un espíritu que se está generando en los últimos años procesos de asamblea en algunas conferencias episcopales y diócesis.
Distintas vocaciones disciernen juntas y en camino
La novedad de la Asamblea reside en que es continental y formada por distintas vocaciones: serán unos mil asambleístas, 200 obispos, 200 sacerdotes y diáconos, 200 religiosas y religiosos, 400 laicos y personas que estén en situaciones de exclusión los que participarán, la mayoría de modo virtual. De forma presencial, en la Sede de la Conferencia Episcopal Mexicana, serán alrededor de 50 personas. El camino – informa aún la agencia - está siendo acompañado por un itinerario espiritual, que tiene como base la escucha de la Palabra de Dios y de la realidad, que conforman un único ideal de vida, según la hermana Daniela Cannavina, coordinadora del Comité de Espiritualidad y Liturgia. La religiosa, además, subrayó, por un lado, “la espiritualidad de la escucha” y, por el otro, “la espiritualidad del encuentro” dentro de la cual se realizarán en las próximas semanas momentos de lectura orante, un encuentro mariano continental o una Vigilia desde el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.
En el proceso de escucha han participado casi 70 mil personas, un 65% de las cuales, mujeres. Todas las aportaciones han generado una síntesis que será puesta en manos del comité de redacción del Documento para el discernimiento, cuyo contenido será dado a conocer el próximo viernes.
La Asamblea Eclesial como "oportunidad"
El Secretario Adjunto del Celam, el padre David Jasso, destaca la “oportunidad” de responder a los nuevos desafíos para la Iglesia de América Latina y el Caribe y encontrar los nuevos caminos para responder a estos desafíos. Todo ello dentro de un proceso que comenzará con pre asambleas y que se desdoblará en post asambleas regionales. Según el padre Jasso, se trata de apropiarse de los sueños para responder a las urgencias.
La Asamblea, asimismo, es una oportunidad para hacer realidad el mandato del Vaticano II, donde todos somos llamados a asumir el compromiso de anunciar el Reino, creando experiencias que se van convirtiendo en presencia del Espíritu Santo, que sigue soplando con fuerza para generar nuevos caminos. Nuevos caminos, estos, que surgen de la escucha llevada a cabo en las periferias, en las comunidades amazónicas, en una escuela con niños, en una unidad penal, o en comunidades de adictos a las drogas en recuperación, que son también asumidos por la Vida Religiosa, muy presente en el proceso de escucha, que está “en actitud de salida”, y que permite que la dimensión sinodal permee su vida y su servicio, visibilizando rostros y compartiendo espacios concretos.
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