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Reflexión del cardenal Rosa Chávez ante la próxima Jornada Mundial de los pobres

El cardenal salvadoreño Gregorio Rosa Chávez, el fin de semana pasada hizo una reflexión sobre lo que será la quinta Jornada Mundial de los pobres, que el Papa Francisco ha dedicado desde el 2017.

Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano

El cardenal, en su reflexión sobre el mensaje del Papa para esta jornada que se celebrará el 14 de noviembre próximo, se cuestiona cómo surge la idea al Papa de la creación de estas jornadas.

Francisco: “Los pobres nos evangelizan”

El purpurado recordó que el Papa al instituir la primera Jornada Mundial dedicada a los pobres, “animó a los cristianos y los no cristianos a invitarlos a nuestra mesa como invitados de honor, porque como afirmó el cardenal recordando las palabras del Papa: Los pobres nos evangelizan. “Los pobres con su confianza y disposición a dejarse ayudar, nos muestran de modo sobrio, y con frecuencia alegre, lo importante que es vivir con lo esencial y abandonarse a la providencia del Padre (Mensaje I Jornada Mundial de los Pobres. n. 7).

El objetivo de estas jornadas, recuerda el cardenal, mencionando palabras del Papa: “es en primer lugar, estimular a los creyentes para que reaccionen ante la cultura del descarte y del derroche, haciendo suya la cultura del encuentro. Hoy en día ‒dijo el Papa‒ mientras emerge cada vez más la riqueza descarada que se acumula en las manos de unos pocos privilegiados, con frecuencia acompañada de la ilegalidad y la explotación ofensiva de la dignidad humana, escandaliza la propagación de la pobreza en grandes sectores de la sociedad entera. Una denuncia fuerte que hace el Papa de este mundo tan inequitativo”.

¿Cómo concretar esta misericordia con los pobres?

En primer lugar, dijo el cardenal siempre mencionando las palabras de Francisco: “no pensar en los pobres como objetivos de una buena obra de caridad, de voluntariado para hacer una vez a la semana, y menos aún de gestos improvisados de buena voluntad para tranquilizar la conciencia”, añadió. Estas iniciativas ayudan a “sensibilizarnos acerca de las necesidades de muchos hermanos y de las injusticias que a menudo las provocan”, pero sobre todo deben “introducirnos a un verdadero encuentro con los pobres y dar lugar a un compartir que se convierta en un estilo de vida”, animó el purpurado, retomando palabras del Papa.

Y retomó palabras de Francisco que dicen que “si deseamos ofrecer nuestra aportación efectiva al cambio de la historia, generando un desarrollo real, es necesario que escuchemos el grito de los pobres y el grito de la tierra”, para comprometernos a sacar a los pobres de su situación de marginación.

San Juan XXIII, San Juan Pablo II y San Romero

El cardenal recordó las palabras del Papa Juan XXIII: La Iglesia tiene que ser la Iglesia de todos, pero en particular la Iglesia de los pobres. El Papa Juan XXIII, señaló Rosa Chávez, convocó un Concilio en el cual, afirmó, “la Iglesia se examinó a sí misma, en qué tenía que convertirse. Es ahí donde el Papa Juan XXIII habla de un nuevo Pentecostés y dice que la Iglesia quiere ser la Iglesia de todos, pero sobre todo la Iglesia de los pobres”. El continente latinoamericano, afirmó el purpurado, fue único que acogió el “Concilio de forma oficial, en la reunión de Medellín en 1968”.  Pablo VI al inaugurar ese encuentro, dio un discurso o a los campesinos: “Los pobres son Sacramento de Cristo”.  El cardenal afirma que al tomar la Iglesia en serio el tema de los pobres, como lo describe el documento de Medellín, condujo al continente al martirio, y añadió:

“Basta leer los documentos de Medellín y ver lo que pasó después en este continente, cuánta gente murió asesinada por ser fiel a esta doctrina. Monseñor Romero vivía este momento y cuando hace su primera Carta Pastoral como arzobispo dice: Con emoción de pastor, me doy cuenta de que la riqueza espiritual de la pascua, la herencia máxima de la Iglesia, florece entre nosotros y que ya se está realizando aquí el deseo que los obispos expresaron en Medellín al hablar a los jóvenes: «que se presente, cada vez más nítido, en América Latina, el rostro de una Iglesia auténticamente pobre, misionera y pascual, desligada de todo poder temporal y audazmente comprometida en la liberación de todo el hombre y de todos los hombres» (La Iglesia de la pascua. Abril 1977)”.

Recordando a San Romero, el cardenal Rosa Chávez dijo: “la víspera de su martirio un día antes de morir dice en su homilía del 23 de marzo de 1980, Ya sé que hay muchos que se escandalizan de estas palabras y quieren acusarla de que ha dejado la predicación del evangelio para meterse en política, pero no acepto yo esta acusación, sino que hago un esfuerzo para que todo lo que nos ha querido impulsar el Concilio Vaticano II, la Reunión de Medellín y de Puebla, no sólo lo tengamos en las páginas y lo estudiemos teóricamente sino que lo vivamos y lo traduzcamos en esta conflictiva realidad de predicar como se debe el Evangelio... para nuestro pueblo. (Homilía. 23 de Marzo de 1980)”.

Palabras de San Romero, un día antes de morir, donde dijo además:

Por eso le pido al Señor, durante toda la semana, mientras voy recogiendo el clamor del pueblo y el dolor de tanto crimen, la ignominia de tanta violencia, que me dé la palabra oportuna para consolar, para denunciar, para llamar al arrepentimiento, y aunque siga siendo una voz que clama en el desierto sé que la Iglesia está haciendo el esfuerzo por cumplir con su misión...”, palabras que le impactaron al Papa Francisco, dijo el cardenal, quien confío a la feligresía, que el Papa Francisco, les confesó que en su cuarto tiene la foto de Monseñor, a quien le invoca para que le dé valentía en su ministerio y pastor de toda la Iglesia.

 

El cardenal, recuerda que, en el mensaje para esta Jornada, el Papa con el tema: A los pobres siempre los tendrán con ustedes (Mc 14, 7)” afirma que los pobres de cualquier condición y de cualquier latitud nos evangelizan, porque nos permiten redescubrir de manera siempre nueva los rasgos más genuinos del rostro del Padre. «Ellos tienen mucho que enseñarnos. Además de participar del sensus fidei [sentido de la fe], en sus propios dolores conocen al Cristo sufriente. Es necesario que todos nos dejemos evangelizar por ellos”.

 

 

 

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10 noviembre 2021, 10:59