La COMECE se hace eco de la Conferencia episcopal polaca
Vatican News
En el contexto de la alarmante situación humanitaria en la frontera polaco-bielorrusa, la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) insta en una declaración a la UE y a sus Estados miembros, así como a las personas de buena voluntad, a expresar su solidaridad práctica con los migrantes y solicitantes de asilo que están viviendo circunstancias dramáticas sobre el terreno.
En el texto, firmado por su Presidente, el Cardenal Jean-Claude Hollerich, se lee asimismo: “Reiteramos que todo ser humano debe ser tratado con humanidad. Los migrantes y los solicitantes de asilo merecen que se respeten plenamente su dignidad y sus derechos fundamentales, sea cual sea su situación legal”.
La COMECE se hace eco de la Conferencia episcopal polaca
En este sentido, explica que la COMECE se hace eco de las palabras de la Conferencia episcopal polaca, expresadas en varias ocasiones a lo largo de los últimos meses, pidiendo que se adopte principalmente un enfoque humanitario ante la crisis actual.
La COMECE agradece a la Iglesia Católica en Polonia y a otras instituciones y personas de buena voluntad, “su apoyo material y espiritual a los necesitados en la mencionada frontera”.
"No podemos permitir que la gente muera en nuestras fronteras. Hay que hacer todos los esfuerzos para evitar estas tragedias, así como para mitigar el sufrimiento de las personas que abandonaron sus países debido a la guerra, la violencia o la falta de perspectivas sociales y económicas".
Llamamiento a la Unión Europea
La COMECE hace un llamamiento a la Unión Europea y a sus Estados miembros para que apoyen a Polonia a la hora de afrontar este reto humanitario en su frontera, así como a otros países de la UE en la región que puedan enfrentarse a un escenario similar.
Por último, la COMECE comparte la preocupación y la solicitud del Papa Francisco por las personas que sufren en Bielorrusia, y hace un llamamiento para que prevalezca la justicia, animando a la UE y a la comunidad internacional a promover, a través del diálogo, una resolución pacífica de las tensiones actuales, respetando la dignidad humana y el derecho internacional.
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