Jóvenes paraguayos levantan su voz contra la injusticia ante la Virgen de Caacupé
Alina Tufani – Vatican News
“Viva Cristo... Viva la Virgen de Caacupé... Viva la Iglesia... Viva los jóvenes... Viva el Paraguay...”. Así concluye el Manifiesto 2021 de la Pastoral de Juventud, al concluir su peregrinación anual al Santuario de Caacupé. Más de quinientos jóvenes pudieron congregarse, a pesar de la pandemia de Covid-19, a los pies de Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé, patrona de los paraguayos, cuya fiesta se celebra, mañana 8 de diciembre. Ante ella, los jóvenes rezaron, agradecieron y se comprometieron a seguir a Jesús, a trabajar por el bien común y a “no bajar la guardia ante una sociedad que quiere imponer modelos de vida incoherentes con la fe y con la vida”.
“Instamos a todos los jóvenes a que no se dejen engañar por los falsos ídolos de este mundo como las adicciones, el materialismo y la vida fácil, porque tenemos la certeza que el único que puede dar verdadero significado a la vida es Jesús”, se lee en el documento leído al final de la misa del pasado sábado por Bianco Prieto, secretario ejecutivo de la Pastoral de Juventud del Paraguay.
Una iglesia de puertas abiertas
Los jóvenes paraguayos que, al final de la peregrinación, hicieron entrega de la cruz peregrina de la diócesis de Concepción a la Vicaría Episcopal de Caninenyú, piden respeto por sus creencias, “por su modo de vivir la fe y libertad para practicarla”. Haciéndose eco de todos los jóvenes que no pudieron participar en la peregrinación, se comprometieron a seguir su servicio en la Iglesia y junto a sus pastores para que ésta sea una “Iglesia misericordiosa, participativa y sinodal” como lo sueña el Papa Francisco.
“Una iglesia de puertas abiertas, no solo en palabras, sino efectivamente para que todos puedan entrar cuando más lo necesiten y encuentren apoyo espiritual y humano. Que no mezquine los sacramentos, sino que los administre con la bondad y justicia a todos, pero sobre todo a los más pobres y necesitados”, subraya el manifiesto.
Pero en particular, los jóvenes paraguayos desean una iglesia que sea voz de los indígenas, de los campesinos, de los vulnerables que no encuentran en la sociedad el espacio para clamar justicia y equidad.
Una Iglesia profética, sin miedo a denunciar las injusticias
El Manifiesto de los jóvenes paraguayos recuerda que la iglesia es parte importante de la sociedad en que vivimos, y debe tener una mirada compasiva, pero también “crítica y objetiva de lo que acontece en la sociedad”.
“Una Iglesia profética, sin miedos a denunciar las injusticias, atrocidades, acciones inhumanas que atentan contra la dignidad de la persona, una Iglesia que no le tiemble la voz ni el pulso para denunciar, aclarar y obrar justa y rectamente ante abusos de sus miembros, a la vez sea misericordiosa y acogedora con las víctimas para sanar heridas y reparar daños”, enfatiza el documento.
Basta corrupción y violencia
Los jóvenes invitan a no cerrar los ojos o ser indiferentes a las realidades dolorosas o injustas, que también los afectan como personas que se van formando y que son la generación de relevo de la sociedad.
“La violencia se instaló en el país (asaltos, asesinatos, secuestros, maltratos físico- psicológicos) las causas o los motivos son muchos, pero de entre todas las causas repudiamos la corrupción en la justicia, esa corrupción que todo lo compra y todo lo vende”, advierten. Sin embargo, no se trata solo de aspirar a una justicia imparcial sino a que las leyes se cumplan y que los trasgresores no queden impunes.
Exigimos salud, educación y justicia
Al reivindicar su derecho de ciudadanos jóvenes ciudadanos a reclamar lo que es justo y les corresponde, la Pastoral de Juventud de Paraguay exige para el país una mejor infraestructura para una digna atención en lo que hace referencia a la salud, anhela una educación gratuita y de calidad para todos con infraestructura adecuada, materiales y equipos didácticos de calidad y a las autoridades, municipales, departamentales y nacionales, piden que cumplan el servicio al que fueron escogidos y por el tiempo que corresponde.
“Por favor cumplan sus funciones y no pierdan tiempo en intereses personales, hay muchas necesidades que a diario vemos, oímos y sentimos, los cuales nos duele ver que se ignoran situaciones emergentes, en Educación, Salud, Justicia y seguridad”, reclaman los jóvenes a los dirigentes de la nación.
Por último, los jóvenes paraguayos piden respeto por la soberanía del país, respeto por el medio ambiente, respeto por la vida y por la Constitución Nacional, pues muchos de los problemas sociales se resolverían "si tan solo hiciera cumplir lo que está escrito ahí".
“Nosotros los jóvenes nos comprometemos a trabajar por el bien común, desde nuestros lugares, a ser voz de los que no tienen voz en la sociedad. De estar al lado de los más vulnerables”.
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