Su Beatitud Sviatoslav agradece al Papa por sus palabras tras el Ángelus
Desde la Catedral patriarcal de la Resurrección de Cristo, en las “santas montañas de Kiev” el Primado y Padre de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana, Su Beatitud Sviatoslav Schevchuk, continúa con lo que se ha convertido en un verdadero “diario de guerra”: “Hoy estamos viviendo - escribe- el 12 día de guerra. Hoy es 7 de marzo de 2022”.
En Ucrania una guerra contra los civiles
En la carta de hoy el pastor agradece en primer lugar al Santo Padre Francisco porque ayer, durante el Ángelus, “nuevamente condenó la guerra contra Ucrania de una forma tajante y sin dejar lugar a ningún tipo de ambigüedades”:
El Papa dijo de un modo claro y preciso que esto no es ninguna operación militar, es una guerra. En primer lugar, es una guerra contra los civiles, ¡contra la población civil!
Gratitud a todos los que “sienten” el dolor del pueblo
Son 1,5 millones los refugiados que han huido de su patria según las Naciones Unidas, hecho que recuerda Monseñor Sviatoslav en su carta. Ante dicha dolorosa realidad agradece “de todo corazón” a los que apoyan a su pueblo, su patria, su ejército, y a los voluntarios, por quienes reza en el día de hoy, primer día de Cuaresma para los cristianos que siguen el calendario juliano.
A todos los que sienten "especialmente el dolor de nuestra Iglesia y de nuestro pueblo", va también la gratitud del Primado. En particular al pueblo, al episcopado y al estado polaco que ya ha acogido “a más de un millón de refugiados en sus abrazos, en sus casas” y que intenta “hacer todo lo posible” para dar la ayuda necesaria.
“Hoy Ucrania sigue en pie. Ucrania sigue luchando”, repite con el corazón partido por su arquidiócesis de Kiev, en cuyas periferias “se libran batallas brutales”.
Imposible evacuar a la población
“A todos los que están ejerciendo en Ucrania el poder estatal de un modo digno”, y que en distintos niveles organizan la protección del pueblo, agradece también el Primado que lamenta la imposibilidad de evacuar a la población porque las ciudades están sitiadas, y, “bajo bombardeo”, escribe, "los corredores de socorro no se hacen realidad”. Y “porque justamente son los misiles de crucero rusos los que más civiles matan” lanza un llamamiento a la comunidad mundial: “¡Cierren los cielos sobre Ucrania!”.
A Cáritas Ucrania, “que hace todo lo posible por llevar los bienes necesarios a los lugares donde hoy es más difícil” agradece, y hace presente: “hoy en día nuestra Catedral de la Sagrada Resurrección y otras parroquias son realmente centros de salvación de la vida humana”. Y concluye:
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