España. 28 de abril: Día por la seguridad y la salud en el trabajo
Roberta Barbi - Ciudad del Vaticano
«Las personas son la verdadera riqueza: sin ellas no hay comunidad de trabajo, ni empresa, ni economía. La seguridad en el trabajo significa salvaguardar los recursos humanos, que tienen un valor inestimable a los ojos de Dios y también a los del verdadero empresario. Así lo escriben los obispos de la Pastoral del Trabajo de la Conferencia Episcopal Española en una nota con motivo de la próxima Jornada Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo prevista para el 28 de abril.
Hay que hacer más para prevenir los accidentes
Ante la proximidad de la celebración de este día, los obispos recuerdan la exhortación del Papa Francisco sobre el tema en la Misa del Gallo de la pasada Navidad, en la que pedía que se alcanzara el objetivo de cero muertes en el trabajo, la atención a los más desfavorecidos y la dignidad de los trabajadores. “La pérdida de la salud en el trabajo, y en excesivas ocasiones de la vida, es un grave problema que necesita ser abordado en profundidad- escriben los obispos. La Ley de Prevención de Accidentes Laborales, la Inspección de Trabajo, la formación en prevención que reciben los trabajadores y los esfuerzos que despliegan los agentes sociales están siendo manifiestamente insuficientes para atajar este grave problema”.
OMS: 745.000 muertes al año relacionadas con el trabajo
La Conferencia Episcopal Española cita a continuación las últimas estimaciones conjuntas de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Internacional del Trabajo, según las cuales cada año se producen en el mundo 745.000 muertes por enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares por las largas jornadas de trabajo (55 o más horas a la semana) o la exposición a materias, gases y humos. Esto supone que las enfermedades relacionadas con el trabajo son cuatro veces más letales que los accidentes laborales. En el marco de la Unión Europea, desde 1994 a 2018, los accidentes mortales en el trabajo se redujeron aproximadamente un 70%, pero queda mucho por hacer. A pesar de los avances, en 2018 se produjeron en la Europa de los veintisiete más de 3.300 accidentes mortales y 3,1 millones de accidentes no mortales. Cada año mueren más de 200.000 trabajadores por enfermedades relacionadas con el trabajo. Cada año se registran en España más de un millón de accidentes laborales. Durante 2021, se produjeron 572.448 accidentes con baja laboral, un 17,9% más que el año anterior; de ellos 4.572 clasificados como graves y 705 resultaron mortales. Las enfermedades laborales son otra de las causas que convierten el trabajo en un lugar peligroso. Durante el pasado año se registraron en España 20.510 partes por enfermedades profesionales, de los cuales 8.314 partes fueron con baja laboral, siendo la duración media de algo más de 110 días.
El magisterio de la Iglesia para proteger a los trabajadores
Ante estos datos, los obispos recuerdan que el Magisterio Social de la Iglesia afirma que entre los derechos de los trabajadores está el derecho «a ambientes de trabajo y a procesos productivos que no comporten perjuicio a la salud física de los trabajadores y no dañen su integridad moral». También es importante la protección de la vida de los trabajadores y sus familias, y garantizar que nadie sufra daños en su salud en el lugar de trabajo.
“Cómo cada 28 de abril, Día Mundial por la Seguridad y la Salud en el Trabajo, la sociedad recuerda la perdida de salud y vidas que se dan en el mundo del trabajo. Como Iglesia nos sumamos a este recuerdo y nos sentimos solidarios de todos aquellos que se empeñan en mejorar las condiciones de vida y de trabajo para erradicar esta lacra. Especialmente nos queremos hacer cercanos a las personas trabajadoras que ven mermada su salud o que pierden su vida en el desempeño de su trabajo”. “Por ello, la legalidad debe entenderse como la protección del máximo patrimonio, que son las personas. Trabajar con seguridad permite a todos expresar lo mejor de sí mismos mientras se ganan el pan de cada día. Cuanto más cuidemos la dignidad del trabajo, más seguros estaremos de que la calidad y la belleza del trabajo realizado aumenten”.
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