Falleció el profesor Francesco D’Agostino experto de bioética
Benedetta Capelli – Ciudad del Vaticano
Numerosos mensajes de condolencia están llegando a la familia del profesor Francesco D'Agostino, fallecido ayer a los 76 años en Roma, ciudad en la que nació el 9 de febrero de 1946. Hizo una importante y decisiva contribución al mundo al fundar el Comité Nacional de Bioética en 1990 y siendo su presidente de 1995 a 1998 y de 2001 a 2006. También fue presidente de la Unión de Juristas Católicos italianos y miembro de la Academia Pontificia para la Vida.
Licenciado en Derecho y Filosofía, D'Agostino era profesor titular desde 1980 y emérito de Filosofía del Derecho en la Universidad de Roma Tor Vergata. A lo largo de su carrera, además de impartir clases en diversas universidades, como la Pontificia Universidad Lateranense, tuvo cátedras en París, Atenas, Buenos Aires y Santiago de Chile.
Publicó numerosas contribuciones en las principales revistas jurídicas y filosóficas italianas y extranjeras; escribió varios libros sobre filosofía del derecho y bioética, algunos de los cuales fueron traducidos al francés, al español y al portugués. Sus libros más recientes son: "Bioética. Cuestiones fronterizas" y "Familia, matrimonio, sexualidad. Nuevos temas y nuevos problemas".
Gratitud de la Conferencia Episcopal italiana
"Estudioso de extraordinaria lucidez y capacidad profética, fue un precursor de la reflexión sobre cuestiones de antropología y derecho desafiadas por la aparición de las cuestiones bioéticas". En un mensaje firmado por el secretario general de la Conferencia Episcopal italiana, monseñor Stefano Russo, los obispos italianos recuerdan al profesor, subrayando que la Iglesia en Italia "está en deuda con él por su contribución académica, divulgativa y eclesial al debate sobre las fronteras del ser humano a la luz del Evangelio y del Magisterio".
Los obispos también se refieren a su "pensamiento original", "un punto de referencia seguro tanto para los estudiosos de la filosofía y el bio-derecho, como para la opinión pública, a la que siempre supo dirigirse con claridad y precisión".
En el mensaje se lee asimismo que D'Agostino también "fue protagonista de importantes asambleas promovidas por la Conferencia Episcopal italiana y por organismos de la Santa Sede", exponiéndose "con valentía en prestigiosos foros culturales públicos, desde la universidad hasta el Comité Nacional de Bioética, que lo mantuvo durante mucho tiempo en su calidad de presidente equilibrado, capaz de estimular un pensamiento que responda a los desafíos contemporáneos sin atajos ni irenismos".
Maestro de humanidad
Diversos expertos reconocen que el profesor D'Agostino creó una dimensión "propositiva" de la bioética. En el periódico de la Conferencia Episcopal italiana, Avvenire, por ejemplo, se destaca la "contribución constante, incisiva, nunca repetitiva, siempre estimulante y a veces incluso intencionadamente provocadora" del profesor que era, "animado por una incansable curiosidad intelectual, aunque también por una generosidad cultural" que impulsó la reflexión, mirando hacia el futuro. "Un maestro insustituible, de bioética y de humanidad".
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