Artémides Zatti, enfermero y religioso salesiano ítalo-argentino, será canonizado el 9 de octubre de 2022. (Foto cortesía del Archivo Histórico del Boletín Salesiano Argentina) Artémides Zatti, enfermero y religioso salesiano ítalo-argentino, será canonizado el 9 de octubre de 2022. (Foto cortesía del Archivo Histórico del Boletín Salesiano Argentina)

Artémides Zatti: La encarnación del buen samaritano

Ante la próxima canonización de Artémides Zatti, enfermero y religioso salesiano ítalo-argentino, conversamos con los Provinciales Salesianos de las regiones norte y sur de Argentina, para conocer las expectativas de la familia religiosa ante este acontecimiento.

Sebastián Sansón Ferrari – Vatican News

“Pienso que el regalo de la canonización de Don Zatti es un don inmenso para toda la Familia Salesiana, en particular para los Salesianos de Don Bosco”. Así lo afirma el Padre Horacio Barbieri, Provincial Salesiano de la Inspectoría de Argentina Norte, con sede en Córdoba. Barbieri comparte con Vatican News sus sentimientos tras el anuncio de la fecha de canonización de Artémides Zatti, enfermero y religioso salesiano ítalo-argentino, que fue realizado por el Papa Francisco durante el consistorio del sábado 27 de agosto en el que se votaron dos causas de canonización.

Zatti, quien nació el 12 de octubre de 1880 en Boretto, un pequeño pueblo en la región italiana de Emilia-Romaña. Su familia, empujada por la pobreza, como remarca el sitio oficial que se le ha dedicado, emigró a la República Argentina en 1897 y se estableció en Bahía Blanca.

Escucha las palabras del Padre Horacio Barbieri SDB, provincial salesiano de la región Argentina Norte

“Su figura de santidad, su modo de encarnar el carisma salesiano, la consagración salesiana, son un signo vigente de una propuesta de santidad para los salesianos de hoy, para las comunidades de hoy”, nos cuenta el Padre Barbieri. Según Barbieri, Zatti es una expresión muy concreta del documento de Francisco sobre la santidad de nuestros días (ndr: se refiere a la exhortación apostólica Gaudete et exsultate). “La de Zatti es una santidad hecha de sencillez, de servicio, entrega, buen humor, sonrisa, cercanía; es de los santos ‘de al lado’, como decía, en su expresión, Francisco”, afirma el Provincial de Argentina Norte. Por este motivo, considera que es “particularmente valorado en este tiempo”.

“El enfermero de los últimos”

A los 20 años, el Beato Artémides ingresó en el seminario salesiano de Bernal, en Buenos Aires. Como recuerda el Boletín Salesiano de Argentina (BS), entre sus responsabilidades, le confiaron el cuidado de un sacerdote enfermo de tuberculosis, y se contagió la enfermedad. Por tanto, para cuidar su salud, en 1902, lo enviaron al Hospital San José, que los salesianos tenían en Viedma, Patagonia argentina, donde conoció a Ceferino Namuncurá, que también se recuperaba de esa enfermedad.

Habiendo superado la tuberculosis –explica el BS-, Artémides volvió a pensar en su vocación y decidió optar por la vida religiosa como hermano coadjutor, ingresando formalmente en 1908 a la congregación salesiana.

Zatti comenzó a trabajar en el hospital y, al morir el director, él quedó como responsable de la institución. Los salesianos recalcan que, en el hospital de Viedma, creció su santidad. Sus días comenzaban temprano: se levantaba a las 4:30 de la mañana, el programa continuaba con la meditación y la santa misa. Luego, visitaba todos los pabellones y, en bicicleta, a los enfermos esparcidos por la ciudad. Tras el almuerzo, jugaba una partida de bolos con los convalecientes. En la tarde, efectuaba otra visita a los enfermos internos y externos del hospital. Se desempeñaba también en la farmacia y, como última actividad, visitaba nuevamente los pabellones. Hasta las once de la noche, se dedicaba al estudio y las lecturas ascéticas. Si bien descansaba, estaba en “permanente disponibilidad a cualquier llamada”.

Según el provincial de la zona norte de los salesianos en Argentina, el providencial servicio del Beato Artémides en el ámbito de la enfermería, en esta circunstancia de la pandemia, en donde todos volvimos a sopesar el valor de la salud, del dolor humano, de la atención y de la apertura al otro, cobra un particular significado.

“Zatti nos vuelve a colocar en el lugar correcto, en el lugar del buen samaritano”, reflexiona el Padre Barbieri.

Mira el video resumen de la historia de Artémides Zatti producido por el Boletín Salesiano Argentina

Gratitud

Por su parte, para el Padre Darío Perera, Provincial Salesiano de la Inspectoría de Argentina Sur, con sede en Buenos Aires, el primer sentimiento que despierta la inminente canonización es de gratitud a Dios por este regalo y al Santo Padre.

En segunda instancia, Perera destaca el compromiso y el desafío que implican para los salesianos “seguir proponiendo la santidad como un camino de ser discípulos de Jesús”.

Escucha las declaraciones del Padre Darío Perera SDB, provincial salesiano de la región Argentina Sur

Perera recuerda que, en la Patagonia de comienzos del siglo XIX, principios del XX, existía una escuela de santidad. “Así como en Valdocco hubo una escuela de santidad, con educadores y alumnos santos, aquí había educadores santos, y Don Zatti es un ejemplo de ello”, sostiene. Por ello, mantener el legado aún representa un desafío para la congregación, puesto que los salesianos que fundaron la Inspectoría “de una manera extraordinariamente profunda, implantaron aquí el carisma de Don Bosco, adaptándolo a las necesidades del momento, pero en la línea y con los fundamentos que Don Bosco lo había hecho en Valdocco”.

“Don Zatti es una imagen muy bonita del buen samaritano, de aquel que se acerca a los que están tirados en el camino, a los que nada tienen, a los pequeños, a los últimos”.

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30 agosto 2022, 14:30