Rueda Aparicio: Construir un país reconciliado es deber de todos los colombianos
Vatican News
“Hoy estamos orando por el presidente Gustavo Petro, por su vicepresidenta Francia Márquez, por toda Colombia y por el bien común de nuestro país, para que el Señor nos vaya mostrando los caminos de reconciliación, de paz, de progreso integral que nosotros necesitamos”: fueron las palabras del arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal colombiana, Monseñor Luis José Rueda Aparicio, durante la Eucaristía del pasado domingo 7 de agosto, fecha en que se conmemora en el país sudamericano la histórica Batalla de Boyacá.
No tengan miedo, mi pequeño rebaño
Reflexionando sobre la palabra de Dios, el prelado propuso seguir la invitación de Jesús a no tener miedo, porque Él acompaña la vida y los acontecimientos de cada persona.
“Es necesario que nosotros seamos capaces de tomar esa palabra de Jesús y llevarla al corazón y no tener miedo, no tener miedo unos de otros y no tener miedo olvidándonos de que Dios acompaña nuestra vida y que el reino está presente en los acontecimientos de nuestras vidas”
Que Colombia no se convierta en un país de miedo
Asimismo, observó que existen temores que paralizan a las personas y a la sociedad, y por ello llamó la atención para que Colombia no se convierta en un país de miedo, pues este, dijo, es un mal consejero y hace ver una nación en donde se autodestruyen los unos a los otros.
La invitación del Señor a la vigilancia
Seguidamente, al hacer referencia a la parábola de la lámpara, donde Jesús insta a estar listos y con las lámparas encendidas, recordó la invitación del Señor a la vigilancia y al servicio de los demás:
“Si estamos vigilantes y eso lo logra una conciencia orante, entonces somos capaces de descubrir cada momento como un momento de salvación, como un Kairós y este, es un momento de salvación para su familia, para Colombia, para la humanidad. En medio de tantas dificultades el Señor nos insiste, estén listos, una vigilancia puesta al servicio de los demás, por eso le añade: con la cintura ceñida, vigilante, para que cuando el Señor nos llame y nos invite a su trabajo por el reino, estemos totalmente dispuestos”
El Señor nos invita a la responsabilidad
Por último, hizo hincapié en la importancia de la responsabilidad afirmando que ésta “es asumir las consecuencias de nuestras decisiones y de nuestros propios actos. Finalmente, focalizando su reflexión sobre el momento histórico que vive Colombia, instó a trabajar por el bien común, para construir un país reconciliado y en paz, tarea de todos los colombianos.
En la Eucaristía estuvieron presentes, entre otros, Mons. Omar Alberto Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán y vicepresidente de la CEC; Mons. Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá y secretario general de la CEC; Mons. Héctor Fabio Henao Gaviria, delegado por la Conferencia Episcopal de Colombia para las relaciones Iglesia-Estado; y el padre Jorge Gonzalo Marín García, párroco de la Catedral Primada.
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