La fuerza "débil" de la oración para gritar por la paz
Michele Raviart – Roma
"La oración en el Coliseo es un momento para recordar los muchos conflictos que hay en el mundo" y no sólo la guerra de Ucrania. El Papa Francisco utilizó el término "guerra mundial por partes" y si juntamos todas estas piezas vemos un panorama desastroso de la situación en el mundo.
Queremos rezar para que este panorama se recomponga de forma positiva y con perspectivas más serenas, especialmente para las generaciones más jóvenes". Así lo recordó Su Beatitud Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, al intervenir ayer por la mañana en el encuentro internacional "El grito de la paz", organizado por la Comunidad de San Egidio y que culmina esta tarde con la oración del Papa en el seno del movimiento más conocido de Roma.
Pizzaballa: Recuperar el sentido visionario de la fe
El patriarca de Jerusalén participó en el foro "Religiones, diálogo y paz", que, al igual que los demás actos de preparación a la oración, tuvo lugar en el centro de convenciones "La Nuvola" (La Nube) de Roma, junto con representantes de otras confesiones y religiones. Su Beatitud afirmó:
Koch: La primera paz es la del hombre con Dios
En este sentido, reiteró el cardenal Kurt Koch, prefecto del Dicasterio para la Promoción de la unidad de los cristianos, "la oración muestra que la paz es siempre un don de Dios, que nosotros somos los instrumentos para hacer esta paz, y que la primera forma de paz es la paz del hombre con Dios. Todas las demás formas son consecuencia de esto, y por eso la oración por la paz es fundamental".
El pensamiento del purpurado, al intervenir en el foro "Pascua común: del sueño a la necesidad de unir al mundo" sobre la oportunidad de un día único para que todos los cristianos celebren la Resurrección, se dirigió también a la guerra en la Ucrania cristiana, "un signo horrible para toda la cristiandad del mundo".
Hermano Alois: El Papa Francisco es un servidor de la paz
La oración "no se ve" y, sin embargo, es el mayor recurso para el cambio del que han dispuesto todas las generaciones desde hace milenios: es una fuerza débil indispensable para encontrar los caminos de la paz. Es una "raíz de paz", como reza el título de uno de los foros de la conferencia, con ponentes cristianos, musulmanes, judíos y budistas.
"Es importante rezar junto al Papa Francisco porque él es un servidor de la paz, no sólo para los católicos, sino para la humanidad", comentó el hermano Alois, prior de la comunidad ecuménica de Taizé. Y añadió:
“Que esta unidad – concluyó – no se quede en una teoría. Somos diferentes, no tenemos la misma fe, pero Dios está presente para todos”.
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