La Iglesia en Brasil acoge e integra a migrantes venezolanos

Vatican News

Un nuevo grupo de migrantes ha llegado esta semana al centro de acogida "Casa Bom Samaritano" de Brasilia. La Casa, inaugurada en febrero de 2021, sirve de alojamiento temporal para refugiados y migrantes de Venezuela, con la perspectiva de lograr su plena integración en la sociedad brasileña a través del trabajo.

Según la nota recibida por la Agencia Fides, en el 2021 el centro de acogida recibió a 341 personas. Entre ellos, 88 formaban 27 núcleos familiares.

"Acogidos a través del trabajo"

Desde su inauguración, 227 personas acogidas en el Centro se han instalado en un espacio alquilado y viven de forma independiente, lo que significa que, gracias al apoyo recibido a través del proyecto "Acogidos a través del trabajo", al menos una persona del núcleo familiar tiene un empleo.

Compromiso del Centro

Se trata de un compromiso preciso del Centro para:

Hay 78 personas trabajando en 21 empresas asociadas en la región del Distrito Federal y en los Estados de San Pablo y Goiás.

Un ejemplo

Un ejemplo es Daniel José Maz y su esposa, del primer grupo. Fueron acogidos en la “Casa Bom Samaritano” y después de dos meses fueron seleccionados para trabajar en una empresa de Goiânia, donde la familia adquirió plena autonomía.

Modelo innovador del Centro de acogida

Según un sistema de rotación, las familias venezolanas, procedentes de Roraima, son acogidas por un período no superior a tres meses, realizando actividades multidisciplinares en la “Casa Bom Samaritano” según un modelo de cogestión, innovador en un centro de acogida. Desde 2022, la Casa también ha empezado a acoger a grupos en tránsito cuyo destino final era otro lugar, funcionando como lugar de paso durante unos días, en una acción coordinada por el Grupo Operativo de Logística Humanitaria de la Operación Acogida y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

El Centro de Acogida

El Centro de Acogida "Casa Bom Samaritano" ha podido ser realizado gracias a AVSI Brasil y el Instituto para la Migración y los Derechos Humanos (IMDH)/Hermanas Escalabrinianas, con la colaboración de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB).