Colombia, Monseñor Barreto: Deseamos un nuevo amanecer para el país
Sebastián Sansón Ferrari - Vatican News
El diálogo y la esperanza son los ejes fundamentales del IX Congreso Nacional de Reconciliación, celebrado en Colombia del 22 al 24 de noviembre. Lo cuenta Monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, obispo de Soacha y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC), en entrevista con Vatican News.
El objetivo del encuentro es “llevar a la fraternidad del pueblo colombiano, a la reconciliación de todos, en un país tan golpeado por las diversas violencias”. En el contexto de la reanudación de los diálogos entre el Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional, el ELN, acaecido el lunes 21 de noviembre con un acto en Caracas, Barreto define este momento como importante, en el que el diálogo tiene "mejores posibilidades". "Todo eso nos lleva a ver el futuro con esperanza, sabiendo que la reconciliación tendrá un mejor ámbito", dice.
Los temas del Congreso
En el encuentro, los participantes han tenido espacios de diálogo y reflexión, con conversatorios y otras propuestas. Entre los asuntos tratados, figuró el de "La economía a la luz de las propuestas de la Iglesia católica y su diálogo con otros sectores". En este tema, resaltaron la necesidad de mirar la economía de sectores empobrecidos para comprender profundamente las raíces de transformaciones necesitadas, recuperar el valor del trabajo y la encarnación, o sea, la posibilidad de convertir en reales, aplicables y efectivas las ideas de transformación que nuestras sociedades demandan.
Desde el Episcopado, plasmaron, en su sitio web: "De forma general, teniendo en cuenta la realidad de Colombia, uno de los países más desiguales del mundo, entre otros aspectos, se resaltó que la labor de las empresas en Colombia no puede ser ajena a los procesos de construcción de paz y reconciliación que atraviesan al país; se señaló la urgencia de tomar medidas para evitar el colapso de nuestra casa común; se reiteró la necesidad de construir una democracia participativa y horizontal; y se evidenció que el rol de las mujeres también debe ser replanteado desde las apuestas de economías alternativas y los modos de relacionamiento que estas plantean, para ampliar sus espacios de participación y desarrollo de actividades económicas".
El Congreso concluyó con la celebración eucarística presidida por Monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la CEC.
Los frutos
Desde las diócesis, Monseñor Barreto espera que se puedan trabajar las conclusiones del congreso en las diferentes realidades pastorales; desde los territorios, pretenden que haya una gran disposición a generar apoyos a la solución negociada del conflicto armado y a enfrentar los problemas sociales desde el encuentro fraterno y solidario.
De un país herido a un país fraterno
En una nación que carga dolorosas heridas causadas por la polarización, el empobrecimiento y la guerra, el Prelado considera que es crucial que la paz y la reconciliación "nos permitan llegar a una visión de paz fraterno, equitativo y pacificado".
"El horizonte que se nos plantea nos lleva a trabajar decidida y articuladamente con instancias del Estado, la sociedad civil y los creyentes", añade Barreto.
La Iglesia acoge el camino de diálogo
Desde el Episcopado Colombiano, Barreto reivindica que "la Iglesia valora la decisión del Gobierno nacional de favorecer la búsqueda de la paz a través del diálogo y, en consonancia con los valores del Evangelio y el Magisterio de la Iglesia, apoyamos esta iniciativa en un país en el que, en los últimos años, se ha privilegiado la respuesta armada para intentar resolver los problemas de violencia".
Reiteró, como ya lo han hecho otros prelados de la nación, que "la Conferencia Episcopal apoya los diálogos del paz y está dispuesta a facilitar los procesos que sean necesarios para que finalmente alcancemos esa paz anhelada".
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí