En Turquía el nombre de un mártir cristiano para una mezquita
Fausta Speranza - Antioquía de Orontes
Habib-I Niccar es el nombre de un hombre asesinado durante los años de persecución contra los grupos que se reunían, al sur de la región de Anatolia, en la actual Turquía, en torno a los apóstoles Bernabé y Pablo. Estos fueron los grupos que se definieron por primera vez con el apelativo, que en aquella época sonaba despectivo, de cristianos. Estamos en el siglo I d.C. y, por tanto, sería algún tiempo antes del 638, año en el que se construyó la mezquita más peculiar de la ciudad de Antioquía y alrededores en el lugar del martirio de Habibi-I Niccar. La primera peculiaridad es que el lugar de culto islámico lleva el nombre del cristiano mártir, cuyo nombre significa esencialmente "querido carpintero".
La memoria que une
La mezquita de Habib-I Niccar está situada en el corazón de la actual Antioquía de Orontes, encrucijada de diferentes civilizaciones, tierra de comercio y de conquista desde la época de los hititas hasta el Imperio Otomano. En el año 969, en la época bizantina, el edificio se convirtió en una iglesia, pero en 1269 volvió a ser una mezquita. El imán Fetullah -que dirige el lugar de culto islámico en la actualidad- explica que nunca ha cambiado de nombre y que Habib-I Niccar sigue siendo el primer santo que vivió antes de Mahoma al que se considera y reconoce. El imán nos conduce al interior de la mezquita y luego nos muestra otros elementos valiosos: una inscripción en turco con los nombres de Pablo y Juan, que -asegura- se citan como apóstoles de Jesús, con dos sarcófagos cercanos.
Y hay otra característica, más típica de una iglesia que de una mezquita: se desciende por unas escaleras y se encuentra una cripta. Según el imán Fetullah, se trata de peculiaridades históricas que hablan de un diálogo y una cercanía entre exponentes de diferentes credos que a nivel popular siempre se ha vivido y se sigue viviendo. Entre la gente que anima las calles comerciales y entre los mismos comerciantes -dice el imán Fetullah- es imposible distinguir hoy a los musulmanes de los judíos o de los cristianos. Si bien temas como la convivencia entre las religiones y la libertad religiosa conservan toda su complejidad y delicadeza y requieren una consideración profunda, la historia de esta mezquita y el apasionado relato del imán Fetullah representan uno de los dones de esta tierra desde la que partió con San Pablo la evangelización a los gentiles y al mundo .
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