La Iglesia Bolivia ante el nuevo currículo del Ministerio de Educación
Vatican News
El área de Educación de la Conferencia Episcopal boliviana se prepara para el denominado Conversatorio Nacional: “La nueva currícula, una perspectiva crítica”. El evento virtual se realiza este 18 de enero a las 19.30, hora local, con la transmisión a través de las redes sociales del episcopado, tal como informa ADN CELAM.
El objetivo es fortalecer la formación continua de la Comunidad educativa que forma parte de la Iglesia católica en Bolivia por lo que abordará como tema principal “El derecho de los Padres de Familia sobre la educación de sus hijos”.
Docentes y padres invitados
Así la dependencia del episcopado boliviano obedece a la preocupación del sector y de los padres de familia por el nuevo currículo que presentó el Ministerio de Educación para la gestión del presente año y que deberá aplicarse en todo el ámbito educativo.
La invitación al evento está dirigida al personal docente y administrativo de las Unidades de Convenio Educativo que hacen parte de las diecisiete jurisdicciones eclesiásticas, así como las obras educativas, los centros de Fe y Alegría, las Escuelas Populares de Don Bosco, las Escuelas de Cristo e instituciones como la Josefina Bálsamo, Hombres Nuevos, La Salle, ABEC y las Obras Maristas. En Bolivia se acerca el inicio del año escolar, por ende, la implementación de este nuevo plan de estudios que ha generado resistencias en algunos sectores de maestros y asociaciones de padres de familia.
Actualización por consenso
Para el Ministerio de Educación boliviano, los contenidos que hacen parte de la reforma fueron consensuados, mientras que para los educadores del área rural es claro que si se piensa en un aumento de las horas de clase es necesario incrementar los presupuestos para los maestros, concepto que se comparte en ciudades como Santa Cruz de la Sierra.
De acuerdo con las declaraciones del Ministro de Educación Edgar Pary Chambi, el proceso de actualización curricular se logró con la participación de todos los actores educativos “el desarrollo de la actualización curricular se ha realizado de manera compartida, consensuada y participativa, entre todos los actores educativos, además de distintos actores sociales”, indicó.
Igualmente aseguró que desde el Ministerio de Educación se enviaron las invitaciones correspondientes a las dos confederaciones del magisterio durante todo el proceso de actualización del currículo educativo. Dentro de las novedades que propone el nuevo plan de estudios está el trabajo pedagógico para mejorar la comprensión de los roles de la mujer y el hombre en la sociedad, además de fortalecer competencias en temas como la comprensión lectora y la preparación de los jóvenes para asumir ambientes laborales. De la misma forma se trabajará para fomentar la innovación, el desarrollo tecnológico, la robótica y el cuidado de la Madre Tierra.
Según el Ministerio el objetivo general de este proyecto es que se acorte la brecha y que los jóvenes salgan del bachillerato con una mejor preparación académica para iniciar la Educación Superior, generando competencias que hasta el momento han estado relegadas como la educación económica y financiera.
Opiniones diversas
Para los detractores del nuevo currículo, la educación boliviana adolece de herramientas básicas para mejorar los procesos de aprendizaje, la ausencia de conectividad o acceso a Internet en muchas regiones del país, la imposibilidad de contar con dispositivos móviles o de escritorio, el desconocimiento de programas educativos que formen a niños y jóvenes para el desarrollo de sus competencias pese a ser migrantes o nativos digitales; sin olvidar, el empoderamiento necesario para conocer y acceder a sus propios derechos humanos como niños o jóvenes.
Desde la perspectiva de la Iglesia, Jorge Fernández, secretario ejecutivo del Área de Educación de la Conferencia Episcopal Boliviana, lamentó en una entrevista publicada en la web del Episcopado que el Ministerio de Educación no haya tomado en cuenta las aportaciones de la Iglesia en el momento de crear la malla curricular, particularmente en temas como la ideología de género o ignorando aspectos como la calidad de educación que se le ofrecerá a niños y jóvenes, porque desde su percepción al aumentar las asignaturas se reduce la profundización de ciertos contenidos que son realmente importantes para el desarrollo de las nuevas generaciones.
Otra de las preocupaciones de la Iglesia es la ausencia de formación en los profesores en áreas como la robótica, por cuanto será difícil asumir una cátedra que se desconoce desde la preparación académica, además de las limitaciones económicas de los padres de familia para acceder a las herramientas necesarias que les ayuden a desarrollar cualquier proyecto, cuando muchos de los niños, carecen de los insumos básicos para garantizar su nutrición o el acceso a lo básico para educarse.
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí