España: Estrenan "La sirvienta", innovadora película sobre Santa Vicenta María
Sebastián Sansón Ferrari – Vatican News
“Yo me quedé sin palabras, tan sorprendida”. Esta fue la reacción de la Madre Daría Fernández Ramos, Superiora General de las Religiosas de María Inmaculada (RMI), al ver la película “La sirvienta”, que estrena este viernes 24 de marzo en los cines de España. Narra la historia de Santa Vicenta María, una mujer dedicada a ayudar, educar y promover el trabajo digno de las mujeres.
Ante los micrófonos de Radio Vaticana – Vatican News, Fernández Ramos cuenta que la idea de esta realización surgió de un grupo de religiosas jóvenes que habían visto alguna película sobre Santa Vicenta María. No obstante, según la religiosa, los contenidos nunca respondían con precisión al impulso interior que permitió a la santa superar todas las dificultades de la sociedad de su época, nada favorable a la mujer.
La congregación entró en contacto con Stellarum Films, marca cinematográfica de la empresa “Contracorriente Producciones”, constituida en 2006 en Ciudad Rodrigo, al suroeste de la provincia de Salamanca. En diálogo con el director Pablo Moreno y el equipo fueron trabajando en las distintas versiones del guion, que derivó en el producto final presentado en una premiere internacional el 15 de febrero en el célebre cine Farnese de Roma.
Una adelantada para la sociedad de su época
Santa Vicenta María nació el 22 de marzo de 1847 en Cascante, pequeña ciudad de la ribera de Navarra en la merindad de Tudela, en el seno de una familia cristiana y acomodada de entonces, y falleció el 26 de diciembre de 1890 con tan solo 43 años de edad. Tenía una idea fija, clara: cumplir la voluntad, el proyecto de Dios en su vida.
“Fue una gran mujer del siglo XIX que se adelantó mucho”, expresa Fernández Ramos, quien reivindica la lucha de Vicenta para que la mujer tuviera un lugar en la sociedad, que las mujeres fueran promotoras de bien social. En dicho contexto, hablar de que las empleadas domésticas transformaran su clase social resultaba impensable. No obstante, Vicenta María les enseñaba a leer, escribir y hacer cálculos, cuando las mujeres no tenían esa cultura. No solo pensaba en darles un hogar, sino también en brindarles instrucción para que pudieran defenderse en la vida y hacer frente a las dificultades. Cabe destacar que Santa Vicenta María sabía tocar distintos instrumentos, componer y hablaba muchos idiomas.
Ver, soñar, elegir, amar, desear, confiar
Desde la congregación, comentan que Santa Vicenta María vio jóvenes solas, desamparadas, excluidas que emigraban del campo a la ciudad y respondió a la llamada divina de ocuparse de esas jóvenes mientras viviera.
Su inclinación decidida era cooperar a que la obra de las jóvenes fuera adelante. Soñó con dar respuesta a una situación social injusta. Eligió comprometer su vida en el amor y el servicio de las jóvenes. Confió en que serían agentes de transformación social y semilla de Evangelio en las familias donde trabajaban.
Una trama emocional, no cronológica
Para Pablo Moreno, el mayor desafío en la realización de la película fue condensar la prolífica vida de Santa Vicenta María en 1 hora y 50 minutos. La pregunta que se planteó más veces fue cómo contar la historia de una manera distinta, pues ya ha hecho otras películas sobre fundadores y a veces tiene la sensación de caminar en círculos. Es como pretender tomar una foto del cielo nocturno y pretender que quepan todas las estrellas en la imagen.
La clave está en el montaje, que no es lineal, sino emocional. Moreno acota que, cuando se piensa en la vocación, cualquiera esta sea, nos damos cuenta de que está formada por una serie de momentos que no ocurren “así de repente”. El director resalta la calidad de las actuaciones, de la iluminación, la escenografía, así como de la banda sonora, que define como “muy interesante”, similar a la música soul. En este sentido, Moreno destaca que las letras de las canciones son oraciones en latín. “Un trabajo ímprobo”, dice.
El cineasta informa que tras el estreno en España este 24 de marzo, en los próximos meses llegará a América Latina gracias al trabajo de distribución de la productora Bosco Films. Además del lanzamiento en España, el 21 de marzo se desarrolló una premiere con los miembros del equipo.
“Los fundadores nunca mueren porque resucitan en la congregación”, es la valoración de Moreno, quien se manifiesta satisfecho: “Cuando se pueden reconocer a sí mismas, merece la pena el trabajo”.
Visibilizar a las mujeres olvidadas
Por su parte, para Cristina González del Valle, la actriz que interpreta a Santa Vicenta María, es la primera vez que desempeña un papel protagónico en un film. Cuando le comunicaron cuál sería su personaje, confiesa que le dio pánico y entró en crisis al descubrir el inmenso desafío que constituía representar a una mujer de la talla de Santa Vicenta María. Sin embargo, efectuó un trabajo muy amplio por su propia cuenta, leyó muchísimo y estuvo en la casa de las religiosas en Fuencarral.
González del Valle admite que, si no hubiera realizado ese proceso personal interiorizándose en la santa, no habría logrado sacarlo adelante. Se entregó mucho porque el equipo fue formidable, según reconoce. Las religiosas la han cuidado, le han suministrado todo el material del que necesitaba para efectuar un buen trabajo.
El legado de Santa Vicenta María
La actriz afirma que Santa Vicenta María quería mujeres fuertes, que puedan valerse por sí mismas. Y por este motivo, la obra social que realizaba Santa Vicenta María era salir a las calles por las noches para recoger a muchachas que venían, en muchos casos, desde las provincias a las grandes ciudades buscando un futuro mejor y las formaban. Por consiguiente, Del Valle no duda en sugerir que Vicenta María es “la inventora de la formación profesional”.
Pablo Moreno apunta que la historia de esta santa es la historia de muchas mujeres. Moreno sugiere que parecería que “emancipación” y otras cuestiones son términos que se acuñan en estos tiempos, cuando, en realidad, no es así. El realizador aclara que el feminismo no significa supremacía de la mujer sobre el hombre, sino igualdad, y hay gente que lucha por ella desde hace 150 años “de manera callada, pero contundente”.
En línea con múltiples pronunciamientos públicos del Papa Francisco, Moreno dice que “la Iglesia tiene rostro de mujer”. En la casa de las RMI de Madrid, por ejemplo, comenta que llegan unas 300 chicas por semana. ¿Por qué? Los movimientos migratorios no son fenómenos aislados. Por el contrario, en todos los tiempos han existido.
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