Etapa Continental: Iglesia en salida al encuentro con su pueblo
Vatican News
Un encuentro que forma parte de “un itinerario sinodal, eclesial, pastoral el que venimos realizando”, como afirmó monseñor Miguel Cabrejos. El presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño, CELAM, insistió en que están ante “una experiencia del Pueblo de Dios, caminando juntos con una meta, con un objetivo, con un fin, que es la evangelización, llevar a Cristo a los demás en el mundo de hoy, en la sociedad de hoy, pero también bajo la guía del Espíritu Santo, del Espíritu de Dios.
Un itinerario sinodal, eclesial y pastoral
El tercer encuentro, de los cuatro en los que se está llevando a cabo la Etapa Continental del Sínodo 2021-2024 en América Latina y el Caribe, concluye este 3 de marzo en Quito, tras haber comenzado el pasado 27 de febrero. Este evento contó con la participación de 92 delegados procedentes de Bolivia, Perú, Colombia y Venezuela además de Ecuador.
Un ambiente de espiritualidad
Como ya se señaló en los anteriores encuentros realizados en San Salvador y Santo Domingo, monseñor Miguel Cabrejos dijo: “Esa experiencia que vivimos está en un ambiente de espiritualidad, un Kairós, un tiempo de gracia que nos permite reflexionar, que nos permite discernir con este método que se llama conversación espiritual, que nos lleva a abrir nuestros corazones, abrir nuestra mente, para expresar lo que el Espíritu de Dios nos dice a nosotros o quiere decirle a la Iglesia”.
Bajo la guía del Espíritu de Dios
Para el presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, “no es una simple reunión de personas interesadas en la vida pastoral, sino que estamos bajo la guía del Espíritu de Dios”.
En sus palabras, monseñor Miguel Cabrejos hizo ver que “la Biblia respira sinodalidad, la Biblia respira corresponsabilidad desde el momento de la misma creación, lo que aparece en el encargo del cuidado de esa creación, en la acción de los patriarcas, de los profetas y sobre todo de Jesucristo que nos invita a todos a la corresponsabilidad, que se concreta en el llamado a llevar adelante juntos toda esta obra de salvación, algo que nace de la gracia del Bautismo”, llamando a no decidir sin haber escuchado, sin haber discernido.
Escuchar para no proyectar nuestros miedos
En la misma línea, monseñor Luis Cabrera llamó a “escuchar para no proyectar nuestros miedos, no proyectar nuestros prejuicios, sino permitir que el otro hable, nos cuente su vida, sus circunstancias”. Para el arzobispo de Guayaquil, “ese escuchar es que nos va ayudando en un segundo momento a discernir a la luz de la Palabra de Dios, a la luz de esa presencia amorosa del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
Experiencia de amistad y de fraternidad
A partir de ahí destacó que “con personas desconocidas se ha creado esa sinergia, ese espíritu, esa actitud de comenzar a hablar con soltura, con libertad, con espontaneidad”. El presidente del episcopado ecuatoriano se refirió a “la experiencia de amistad y de fraternidad por encima de las aportaciones y los documentos”. Por eso llamó a mirar hacia adelante y dejarse guiar por el Espíritu, que “nos saca de nuestras comodidades, de nuestras instalaciones, nos saca sobre todo de nuestros miedos”.
Testigos del padecer de muchas personas
“Este proceso sinodal nos invita a alegrarnos y a tener esperanza”, afirmó la hermana Lidia Chávez. La religiosa Laurita destacó la riqueza de los diferentes carismas y el hecho de ser “testigos del padecer de muchas personas”, por lo que “este espacio nos trae esa memoria”. Una presencia carismática “en aquellos lugares donde realmente se siente el dolor de las personas afectadas por todos los males que conocemos”. Desde ahí insistió en el espacio muy importante que tiene la Vida Religiosa en el proceso de escucha a los pueblos, “hemos caminado con ellos, hemos sufrido con ellos”. Este proceso sinodal es visto por la religiosa como oportunidad de participar en algunos ministerios para atender lugares distantes o lugares donde los sacerdotes no pueden llegar.
Salir al encuentro de los sin voz
Como representante de la CEAMA, Patricia Gualinga dijo estar en este encuentro para compartir las experiencias como CEAMA y REPAM con el Sínodo Amazónico.
Además, la líder indígena insistió en que “el Sínodo es ese avance que está realizando la Iglesia católica, anclada en algo que es fundamental, que es la ecología integral”.
El camino de la sinodalidad
“La Iglesia debe tener el rostro del pueblo, en nuestro Sínodo amazónico dijimos una Iglesia con rostro amazónico, la Iglesia con el rostro del barrio, de las periferias, donde la periferia se convierte en el centro de atención, ese es el camino de la sinodalidad, en la cual estamos avanzando”, resaltó Patricia Gualinga. Como CEAMA quieren aportar “esa experiencia, que también es un gran reto en la Amazonía, que es la búsqueda de la Iglesia con rostro amazónico, con rostro indígena, con rostro de biodiversidad, con rostro de un bioma tan importante y vital para la humanidad”.
Participación de los pueblos indígenas
“Que el pueblo va a empezar a participar, que la Iglesia ya no va a estar en sus estructuras, sino que empieza a compartir con el Pueblo de Dios”, es motivo de gratitud para la líder indígena. Por eso destacó que “la participación de los pueblos indígenas en el proceso de escucha es muy importante, porque dan sus puntos de vistas desde sus realidades. Y eso es lo que está sucediendo en ese caminar, desde la experiencia de sus territorios, y eso es vital. Este proceso de escucha nos da la posibilidad de dar las aportaciones necesarias para que se plasme en los documentos lo que se está haciendo”.
Gran esperanza
“Hay esperanza grande de que esta Iglesia católica tenga la transformación según los tiempos y en la iluminación del Espíritu, en el acompañamiento a los pueblos, pero también en la orientación, porque estamos en tiempos diferentes a los anteriores”, insistió la indígena ecuatoriana del pueblo kichwa de Sarayaku. En palabras de Gaulinga:
Iglesia que promueve el diálogo en todos los campos
Una Iglesia que quiere hacer ver la necesidad de diálogo, también con relación a los conflictos sociales que están presentes en algunos países como Perú y Ecuador, como afirmaron los presidentes de sus episcopados, pues es “el único camino sensato e inteligente ante los conflictos”, en palabras de monseñor Luis Cabrera.
El profetismo de la vida religiosa
Monseñor Cabrejos, que felicitó a la Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Religiosos (CLAR) por el 62 aniversario de su fundación, pidiendo a la vida religiosa que no pierdan el profetismo, destacó el proceso de apropiación que el CELAM está impulsando con relación a la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, que el Papa Francisco calificó como inédita. De ahí la creación de comisiones en todos los niveles para animar esa apropiación y dar una respuesta al santo pueblo fiel de Dios.
Escuchar las aportaciones de los pueblos originarios
La religiosa Lidia Chávez se refirió al encuentro sinodal de los pueblos originarios realizado la semana pasada en Latacunga, Ecuador, pidiendo que estas aportaciones sean escuchadas. Un encuentro en el que se hizo énfasis en la formación de sacerdotes y religiosos, con ese enfoque intercultural y, sobre todo, que se incluyan aspectos de las cosmovisiones de los pueblos para que no sean ajenos a estas realidades.
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