Asamblea continental africana: Una Iglesia “familia de Dios”
Adriana Masotti – Ciudad del Vaticano
"El tiempo que pasamos juntos fue una experiencia vivida de sinodalidad, un tiempo de diálogo profundo, escucha y discernimiento". Así rezaba el comunicado final de la Asamblea sinodal continental de África. Doscientos seis representantes de todas las partes del continente, desde Madagascar hasta las Islas, se reunieron en Adís Abeba, en Etiopía, del 2 al 6 de marzo, para caminar, rezar y celebrar juntos.
Entre ellos había nueve cardenales, veintinueve obispos y cuarenta y un sacerdotes, pero la mayoría de los participantes eran laicos, personas consagradas, incluidos jóvenes, y miembros de otras tradiciones y confesiones cristianas. "Con valentía y alegría, confianza y humildad – reza el comunicado – nos hemos escuchado unos a otros y al Espíritu Santo”.
En un espíritu de discernimiento, escuchamos lo que el Pueblo de Dios de todo el mundo tenía que decir en el primer año del Sínodo. En oración y silencio, examinamos las ideas que habían surgido, debatimos las cuestiones y los temas, e identificamos las prioridades para preparar un Documento sinodal africano que represente la auténtica voz de África".
Iglesia sinodal o sea la familia de Dios en África
"La Asamblea sinodal continental confirmó el camino de la Iglesia en África. La sinodalidad forma parte de lo que somos y de cómo vivimos como familia de Dios en África – reza el texto – la familia de Dios es nuestra tienda en África y es un espacio abierto de encuentro. La familia sinodal africana es una Iglesia que: se extiende e incluye todas nuestras diferencias, diversidades, tensiones y fortalezas; acoge al otro y da cabida a su diversidad; se vacía, pero sin perder los cimientos y fundamentos de nuestra fe; es una Iglesia que puede moverse".
El comunicado final se afirma además que el continente africano "ha sido bendecido con los ricos principios y valores de nuestras culturas y tradiciones". En efecto, enraizada en los principios antropológicos y los valores culturales africanos, en particular Palaver, Ubuntu y Ujamaa, que hacen hincapié en el espíritu de comunidad, el sentido de familia, el trabajo en equipo, la solidaridad, la inclusión, la hospitalidad y la convivencia, la Iglesia católica en África ha crecido como una familia de Dios. Estos principios y valores son semillas buenas y sanas para el nacimiento y el crecimiento de una Iglesia verdaderamente sinodal en África y en el mundo".
Deseamos una reforma auténtica
Fueron muchos los compromisos que la Asamblea continental se propuso asumir. "Como familia sinodal de Dios en África, afirmamos y celebramos nuestra común dignidad bautismal que nos hace sentir plenamente en casa en una Iglesia sinodal, donde se valoran todas las vocaciones. Como familia sinodal de Dios, somos una Iglesia que escucha. Escuchamos sin juzgar, especialmente a los que no se sienten suficientemente reconocidos en la Iglesia, a los que se sienten exiliados, abandonados y excluidos. Como familia sinodal de Dios – continúa el comunicado – buscamos una auténtica conversión y reforma”.
Solidaridad con los "heridos" y la fuerza de los jóvenes
No falta la confrontación con las difíciles realidades que afectan al continente africano, sus numerosas heridas. "Durante nuestra asamblea sinodal continental, hemos sentido el dolor y el sufrimiento de nuestros hermanos y hermanas de África. La familia sinodal de Dios camina con los afectados por la guerra, los conflictos étnicos, la intolerancia religiosa, el terrorismo y todas las formas de conflicto, tensión y violencia". Y luego sobre la presencia de los jóvenes se afirma:
Las mujeres son un don para la Iglesia
La participación de las mujeres en la Iglesia también se debatió durante la Asamblea sinodal continental, en la que las mujeres "fueron parte activa en el proceso de escucha, diálogo y discernimiento". En el comunicado se lee: "De ellas aprendimos a ser una Iglesia sinodal. Las mujeres africanas mantienen unida a la Iglesia; son mayoría y forman su columna vertebral”.
Una Iglesia sinodal que se pone a la escucha
Para superar y erradicar la cizaña del clericalismo, el autoritarismo y la indiferencia, es necesario "generar nuevas formas de liderazgo", afirma el comunicado, por lo que la Iglesia en África se compromete a "crear espacios y ensanchar nuestra tienda para el posible ejercicio de diversas formas de ministerio laical" y a crecer "en una espiritualidad que apoye la práctica de la sinodalidad", basada en la escucha del Espíritu Santo.
Una experiencia que debe continuar
Los días transcurridos en Adís Abeba en marzo fueron testigos de abundantes gracias y bendiciones de Dios. El comunicado expresa la alegría experimentada al "caminar juntos" y el deseo de seguir haciéndolo. Y concluye:
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