Sor Berridge: Ayudar a las personas en la transición del hospital al domicilio
Sor Christine Schenk, Csj
Sor Jennifer Berridge CSJ ama su ministerio que consiste en ayudar a las personas vulnerables, en Virginia Occidental, en la delicada fase de la transición del hospital al domicilio. Su nuevo programa de las Catholic Charities en el Wheeling Hospital de la Universidad de Medicina de Virginia Occidental (West Virginia University of Medicine Wheeling Hospital) ha sido tan eficaz en la reducción de las rehospitalizaciones, que la ha alentado a lanzar iniciativas similares también en dos hospitales en Huntington, también en Virginia Occidental.
En el otoño de 2020 Beth Zarate, administradora delegada de las Catholic Charities (la Caritas estadounidense) de Virginia Occidental, anunciaba haber recibido una donación de las Charities estadounidenses para instituir un programa para la transición del hospital al domicilio con el fin de mejorar la convalecencia de los ciudadanos. Esta iniciativa hospitalaria realmente innovadora está dirigida sobre todo a la gestión de la enfermedad crónica, de la seguridad en casa, de la nutrición, de las redes de apoyo y de la seguridad alimenticia. Si incluso tan solo uno de estos factores no se tiene en cuenta, puede conducir a una rápida rehospitalización. Además de ser poco oportuno para los pacientes, una rehospitalización tiene un impacto negativo en las tasas de reembolso para aquellos hospitales que ya luchan por sobrevivir en áreas de bajos ingresos. En 2021, Virginia Occidental se clasificó entre los diez estados más pobres de EE. UU.
Sor Jennifer encuentra a Beth poco después de haber llegado a Wheeling, en 2016. Después de conocerse, Beth invita a Jennifer a tener en cuenta la gestión de este nuevo proyecto. Sor Jennifer se siente llamada a este ministerio también en virtud de su encargo precedente en los servicios sociales y de la experiencia hospitalaria: de hecho, ella es tecnica vascular. “Y estos dos aspectos se unen perfectamente” dice. “Encontrarme en un ambiente médico y gestionar las situaciones de esos pacientes que salen del hospital y están en alto riesgo y vulnerables, ahí está, parecía hecho para mí a propósito”.
Es sólo una cuestión de relaciones
En su posición, sor Jennifer representa la parte “con los pies en la tierra” de la operación. Cuando un miembro del equipo del hospital procede al alta de un paciente, ella acude inmediatamente donde él/ella para establecer una relación. Primero se presenta y después explica los servicios que ofrece el proyecto. Después pregunta al paciente: “Cuando vuelva a casa, ¿tiene todo lo que necesita?”. Muchos pacientes no tienen comida o lo que necesitan para la higiene personal, para permanecer en buen estado de salud. A menudo se sienten preocupados por su situación. “Construir una relación es la clave de todo”, dice sor Jennifer. De hecho, “si no tienen seguridad alimenticia, pudo ofrecerles una caja con comida antes de que dejen el hospital o en casa después de recibir el alta. Hay muchas personas que empezaron a llorar, dándome las gracias por la comida, por las necesidades primarias – todas cosas en las que la mayor parte de las personas ni quisiera necesita pensar – porque en esta zona hay realmente un desierto alimenticio”.
Las relaciones con el personal y los colaboradores también son importantes. “Uno de nuestros lemas en la Congregación de San José es 'es sólo una cuestión de relaciones', y es precisamente de esta manera que afronto mi vida pastoral. Construir relaciones con el equipo de Charities, con el hospital, con nuestros pacientes, con otras agencias y con todas las personas con las que trato es la clave de todo, y es muy importante porque de esta manera creas una atmósfera de confianza y colaboración”.
Historias con final feliz
Dependiendo del día, el programa de sor Jennifer puede incluir la preparación para la entrega de las comidas calientes a los pacientes dados de alta, escribir cartas a diferentes agencias para ayudar a una persona necesitada. Recientemente, al periódico Catholic Health World dijo: “Sé que hago lo que puedo por las personas que están más necesitadas, y las historias con final feliz son precisamente en las que consigo ayudar a alguien”. Una de sus historias más hermosas es la de un hombre sintecho que necesitaba respiración asistida, y que el invierno pasado lo pasó en su coche. Después de una operación a corazón abierto, después del alta rechazó trasladarse a un asilo: un candidato seguro para una rehospitalización muy rápida.
La hermana Jennifer tomó medidas y encontró rápidamente un apartamento para personas discapacitadas; pagó el alquiler, aseguró los muebles y la comida: todo esto antes de hablar con él, quien aceptó su oferta y se trasladó a un lugar seguro para recuperarse. Nunca ha vuelto a ser hospitalizado y hoy ya no está sin hogar. “Estos enfermos son los que me mantienen despierta por la noche”, reconoce la hermana Jennifer, y agrega que el mayor desafío al que se enfrenta en su ministerio es ver a las personas luchar por las necesidades básicas y el acceso limitado a los servicios sociales. “Lo que he visto y experimentado es que ninguna intervención es demasiado pequeña”, explica. “Aunque se trate simplemente de garantizar un servicio de transporte a una persona: si es lo que necesitaba, no es demasiado poco”.
Marcar la diferencia…
El proyecto para la transición del hospital al domicilio de las Catholic Charitiesse ha demostrado eficaz también en el servicio a los más vulnerables en la Ohio Valley. Pacientes que, una vez reciben el alta, podrían perderse, ahora tienen una red de seguridad. La determinación de sor Jennifer de ayudar a los enfermos lo mejor que pueda ha tenido un impacto positivo en los aproximadamente 100 pacientes con los que ha trabajado en los últimos dos años. “Trato de marcar la diferencia. Superviso a mis pacientes y si veo que hay una crisis sanitaria al acecho, hacemos todo lo posible para brindarles la ayuda que necesitan”. Quizás por eso su equipo de Catholic Charities le propuso en broma desarrollar un proyecto “Sister Jen 2.0” en dos hospitales de Huntington, donde se está implementando el programa de transición del hospital al domicilio. Ahora hay dos administradores del proyecto que ayudan a los pacientes de ambos hospitales. En Wheeling se ha añadido un nuevo coordinar para ayudar a Jennifer con el fin de ampliar el proyecto de transición del hospital al domicilio en el Wheeling Hospital de la Universidad de Medicina de Virginia Occidental.
Mientras tanto, en el Laboratorio Wilson Sheenan para las oportunidades económicas de la Universidad de Notre Dame colabora con las Catholic Charities Virginia Occidental para valorar el impacto y la eficacia de la donación al Programa de la transición del hospital al domicilio. Si permanece el actual porcentaje de éxito, el programa de transición de las Catholic Charitiespodría volverse un modelo para otros hospitales estadounidenses que asisten a la población más vulnerable.
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