La conversión de Ismael tras encontrarse con la Creación herida
Sandra Estrada *
¿Cómo sería vivir hoy en una comunidad donde el cordero pasta junto al lobo al estilo de San Francisco de Asís? En la Fundación santuario Gaia, en España, Ismael Dobarganes ha tomado esta valiente decisión que pasa por una profunda conversión ecológica, dedicando su vida especialmente al cuidado de todos los animales maltratados en las granjas, hogares e industrias alimentarias del país.
Aquí, en este lugar de Cataluña, rodeado de vegetación, cada día, este activista e influencer católico cuida de burros, caballos, vacas, cabras, cerdos y gallinas: los lava, los alimenta, les administra la terapia prescrita por el veterinario para que puedan volver a la vida sin dolor, y cuando ya no hay nada más que hacer, se asegura de que mueran en un lugar y en un ambiente dignos.
Muchas personas, unas 300.000 (94.000 sólo en su perfil de Instagram y el resto en la cuenta de la fundación) siguen las historias de Ismael y sus animales a través de las redes sociales. Además, ha escrito dos libros: “Animales como tú” y “El rescate de Samuel”, que ya van por la tercera reedición. "Lo que hago – dice – se lo debo a Dios, hay muchos obstáculos, dificultades con el clima, los pagos, las cuentas, el espacio, y encontrar manos que ayuden, sin embargo, la Providencia nunca me abandona, por eso digo que este trabajo lo lleva adelante Dios".
El retorno a la fe
Ismael, sin embargo, no siempre fue tan creyente. De hecho – como él mismo nos cuenta – "volvió a casa" hace poco más de un año.
Entré en la Iglesia a los 14 años, hice un largo camino con las comunidades neocatecumenales, pero al cabo de unos años, escandalizado por los pecados de los demás, me alejé. Sin embargo, durante los 20 años en que estuve lejos de la Iglesia, descubrí que yo no era mejor que los demás: era el clásico tipo que ‘mira la paja en el ojo de su hermano y no se da cuenta de que tiene una viga en el suyo’
Fue a través de los animales como Dios volvió a atraerlo hacia sí: "Hace poco menos de un año decidí ir a África. Allí un elefante puso su cabeza contra mi frente y oí en mi corazón una sola palabra que sonaba como un imperativo: ¡Ama!”.
Aquel verbo, tan poderoso y a la vez tan difícil de poner en práctica, ya lo había oído hace 20 años. Amar al prójimo, amar al extranjero, amar al enemigo, amar a todos, dar la vida. Pero, ¿cuán difícil es? Después de mi viaje a África, volví a España, me sentía cambiado por dentro y, sobre todo, empecé a ver a Dios en todas las cosas que me rodeaban: en la Creación, en la tierra y en todas sus criaturas
El impacto de la Laudato si’
Tras su conversión, Ismael tuvo que volver a sus actividades habituales, a su trabajo, al ajetreo de la vida cotidiana, pero su mirada y su corazón cambiaron profundamente. "Por casualidad leí la encíclica Laudato si' del Papa Francisco – dice emocionado – y este texto me acercó a Dios. Conocí a miembros del Movimiento Laudato si' y vi lo duro que trabajaban, preocupándose por el planeta, los animales, los pobres y la ecología”.
“Así que he optado – prosigue – no sin miedo, por dar el paso definitivo de volver a seguir a Jesucristo. Creo y la fe mueve mis acciones, pero tengo muchos amigos no creyentes que están entusiasmados con la Laudato si' y que, gracias a las exhortaciones del Papa, han decidido abrazar la causa del medio ambiente".
Aunque ha sido objeto de burlas y ataques en algunas redes sociales, precisamente por ser católico, Ismael siente que su ejemplo ha inspirado a otros a implicarse en el cuidado de la Casa común: "Hay días – dice – en los que me levanto a rezar el rosario y alguien que no es creyente acaba uniéndose a mi oración. Saco la guitarra para cantar y alabar a Dios y me acompañan cantando. Muchos de ellos han vuelto a sentirse Iglesia gracias a estos momentos de compartir, de amor".
Ismael admite con franqueza que haber descubierto que Dios enseña a través de los animales – sus criaturas – cómo vivir una vida más cristiana: "Debemos aprender a callar donde Dios habla. También nos habla en lo frágil, en lo mínimo, y a veces lo hace a través de los animales. Es un aprendizaje: me siento llamado a imitarlos, a ser manso y humilde como ellos, como nos dijo Jesús".
Una vida al estilo de San Francisco de Asís
Me identifico tanto con la Laudato si', amo al Papa Francisco porque es el Papa del que la Iglesia y el mundo tenían necesidad y necesitan en estos tiempos. Amar la Creación, los animales fue lo que hizo el Pobrecillo de Asís
Y como San Francisco, Ismael tiene la certeza de que Dios nos pide hoy a los cristianos que reparemos su casa, construyendo una nueva alianza entre nosotros y la naturaleza.
Tenemos un trabajo difícil, pero me siento contento porque nos ha tocado una época de cambio en el mundo y de renovación total en la Iglesia. Me siento 'bendecido' porque paso tiempo en la naturaleza, y me siento llamado a hacerlo y a ayudar también a otros a amar
Desde que estalló la guerra en Ucrania, el 24 de febrero del 2022, Ismael también se ha sentido llamado a salir y viajar al país del Este de Europa para ayudar a los refugiados y a los animales. "Gracias a nuestros seguidores que no pararon de donar – cuenta –pudimos llenar cada semana un hotel en Ucrania, lejos de las zonas más calientes del conflicto, y traer a España a doscientos ucranianos, asistiéndolos en todo momento, y a doscientos cincuenta animales que también fueron víctimas de las bombas o del abandono. Con ese dinero también pudimos comprar una ambulancia".
Ismael concluye su entrevista con un llamamiento a todos los que escuchen esta llamada: "No piensen que su contribución no vale nada o que no puede cambiar las cosas. Si sienten este impulso de amor hacia la Creación, láncense, actúen, conviértanse en artífices del cambio".
*Movimiento Laudato si’
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