La crisis en el Tigray afecta los programas del servicio pastoral

Vatican News

Hambre, ciudades y casas saqueadas, hospitales destruidos, empresas arrasadas, lugares sagrados profanados, violaciones. Desde hace casi tres años la población del Tigray sufre penurias inimaginables.

Hace sólo unos días, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional anunció la suspensión temporal de la ayuda humanitaria debido a los robos y a la inseguridad general.

La mayoría depende de la ayuda alimentaria

Casi todos los seis millones de habitantes de Tigray dependen de la ayuda alimentaria, tras dos años de guerra civil y restricciones impuestas por el gobierno a la ayuda humanitaria que han llevado a algunas partes de la región al borde de la hambruna.

Lo escribe a la Agencia Fides Tesfaselassie Medhin, obispo de la eparquía católica de Adigrat, quien añade:

Sufrimiento de la población de la región septentrional de Etiopía

Son muchos los problemas vinculados a esto que siguen causando enormes sufrimientos a la población de la región septentrional de Etiopía tras más de dos años de hostilidades entre el Ejército Federal Etíope y las milicias tigrinas del TPLF, y a pesar del histórico acuerdo de paz entre las partes beligerantes firmado el 2 de noviembre de 2022 en Pretoria, Sudáfrica.

El grave problema de las minas terrestres

El eparca también destaca el gravísimo problema de las minas terrestres, que causan la muerte de niños y civiles en las zonas de las que se han desplazado los ocupantes, y la restauración de las infraestructuras destruidas.

Sobre los actos criminales, violaciones de derechos, secuestros, violencia de género, bloqueos de pueblos y carreteras que se perpetran en la región, Medhin señala que “todo ello tiene un gran impacto en el bloqueo y restricción de nuestros suministros y programas de servicio pastoral”.