COMECE: “La indefensión ética de un derecho fundamental al aborto"
Maria Camprodon – Vatican News
El pasado 18 de julio la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) publicó la declaración “La indefensión ética de un derecho fundamental al aborto en la UE”, presentada por la Comisión de Ética que preside Monseñor Anton Jamnik.
En el comunicado los obispos de la Comisión sugieren “no constituir un derecho al aborto como principio general de la ley europea” debido a la “gran diversidad en la forma en que los Estados miembros equilibran los derechos de las mujeres embarazadas con los derechos del nasciturus” y la “importancia de cada tradición constitucional”.
La vida, un derecho humano fundamental
Según la declaración, es fundamental en una sociedad democrática preservar “el respeto de la dignidad de todo ser humano en todas las etapas de su vida, especialmente en situaciones de total vulnerabilidad”. Los obispos representantes de los episcopados de la UE añaden que la Corte Europea de los Derechos Humanos “nunca ha declarado que el aborto sea un derecho humano” sino lo contrario, “ha declarado el derecho a la vida como derecho humano fundamental”.
Derechos divergentes
Los obispos de la Comisión Ética expresan que “el aborto es un objeto legítimo del derecho penal y civil” y su resolución es a nivel doméstico, nacional, pues “los Estados tienen leyes específicas que imponen requisitos y límites a la práctica del aborto”. Frente a situaciones que afectan a más de un derecho humano fundamental “el Estado miembro goza de un amplio margen de apreciación en la ponderación de estos derechos”, según la doctrina de la Corte Europea de Derechos Humanos.
La labor de la Iglesia
Esta no es la primera declaración respecto al aborto que los obispos de la Unión Europea han publicado. Durante 2022 -como respuesta a la propuesta del presidente francés, Emanuel Macron, de incluir el derecho al aborto en la Carta de los Derechos Fundamentales- reiteraron en un comunicado que el cambio de la ley europea “no sólo va en contra de creencias y valores europeos fundamentales, sino que sería una ley injusta, carente de fundamento ético y destinada a ser causa de conflictos perpetuos entre los ciudadanos de la UE". En el comunicado de 2022 la COMECE subrayó una labor central de los diáconos de la Iglesia: proporcionar “la ayuda y la asistencia necesarias a las mujeres en apuros y a los hijos que no han nacido”. Un trabajo que “debe ser también ejercido por nuestras sociedades”, finalizan.
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