Espacio Misericordia: jóvenes chilenos acogen a personas sin techo
Maria Camprodon – Vatican News
Frente a la Catedral Metropolitana de la Santísima Concepción (Chile) se encontraron este lunes 3 de julio Monseñor Fernando Chomali y todo el grupo de voluntarios, mayoritariamente jóvenes, con personas sin techo. Ofrecieron una comida caliente y un espacio de escucha y fraternidad.
Un esfuerzo colectivo
El arzobispo de la ciudad, Mons. Fernando Chomali explica que pese a ser “un programa más de tantos programas sociales que tiene la Iglesia” este tiene la característica distintiva que sobre todo “son voluntarios jóvenes que se quieren comprometer”. El arzobispo reconoce el trabajo y la acción de todos los voluntarios: “hay que llegar, armar las mesas, preocuparse de la comida, y acoger”.
Espacio Misericordia se desarrollará de lunes a viernes - entre las 18:30h y las 20h- hasta finales de septiembre. Son muchos los voluntarios que colaboran, de toda la comunidad eclesial. Como ha explicado en un comunicado la Iglesia de la Santísima Concepción de Chile, los lunes estarán a cargo los jóvenes (Vicaría Pastoral de Juventud), los martes cualquier persona que quiera colaborar (Vicaría de Pastoral Social), los miércoles estará en manos de estudiantes, coordinado por la Vicaría de Educación, los jueves bajo la Universidad Católica de la Santísima Concepción y, finalmente, los viernes será la Comunidad Agustina quien proporcione el servicio a las personas en situación de calle.
Forjar y cuidar vínculos
Este programa es la continuación de Albergue Móvil, otra iniciativa de servicio que no pudo seguir funcionando por la pandemia de Covid-19. Monseñor Fernando Chomali asegura que ha sido un reencuentro “impresionante”, lleno de alegría, pero también tristeza al ver “que después de tres años uno se encuentra con las mismas personas, que tienen los mismos problemas y que no ha cambiado nada para ellos”.
Gabriela Gutiérrez, delegada episcopal para la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Concepción, remarca que proyectos como este visibilizan una realidad y animan “a la comunidad a la solidaridad”. Este espacio de acogida, manifiesta Gabriela Gutiérrez, no solamente proporciona una comida para las personas sin techo sino también continúa el “vínculo con los hermanos que están en esta situación”, siendo un espacio de apoyo para ellos.
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